Columna


¿Cómo va Venezuela?

RICARDO VÉLEZ PAREJA

03 de octubre de 2016 12:00 AM

Al Chavismo del presidente Nicolás Maduro, dictadorzuelo chavista le importa que sea derrotado en las parlamentarias como ya lo fue, con tal de continuar su nefasto gobierno que ha coronado históricamente como el gran fracaso de la revolución Chavista, a costa de tratar de silenciar a la oposición  a como dé lugar incluyendo por supuesto el encarcelamiento y amedrentamiento a los líderes de la oposición a su llamada revolución que públicamente es ultra chavista refiriéndonos por supuesto al gobierno populista del comandante Hugo Chávez (Q.E.P.D.) quien comenzó el entierro de la pobre Venezuela con todo y  sus petrodólares.

Lo que queda de la oposición está aglutinada en la Mesa de Unidad Democrática (MUD) y las encuestadoras le daban a este movimiento ideológico un 67%  mientras un treinta y tres (33%) decantaba en el oficialismo o partido “Socialista Unido de Venezuela” (P.S.U.V.). Han sido casi 20 años de gobierno semi-dictatorial del Chavismo que han acabado casi totalmente con la economía venezolana diferente al ingreso de los petrodólares. Pobre país. Recuerdo al autor e inspirador de todo, Hugo Chávez caminando los sectores empresariales y expropiando a muchos empresarios, mientras – esto es vox-populi en ese país – toda su familia  se enriquecía como en efecto se enriquecieron sus hijas, sus primos y todos sus familiares en general.

Ya se sabe que de todas maneras el chavismo será defendido hasta con la vida – según el presidente Maduro, a quien por cierto le detuvieron a unos familiares de él y de  Diosdado Cabello por tráfico de drogas, según informan algunos medios. Mientras tanto, la oposición representada por Lilian Tintori, María Corina Machado, Henrique Capriles y Leopoldo López desde su presidio hacen declaraciones  después de derrotar en las parlamentarias a los candidatos oficialistas.

Maduro está convencido – y con razón – que de su puesto de presidente no lo mueve nadie y que en efecto perdió  parte del poder en la Asamblea Nacional órgano que el mismo presidente, puede manejar por encima de las opiniones y decisiones de un legislativo sobre el cual también tendrá un buen número de asambleístas que lo defenderán a capa y espada a cambio por supuesto de algunas jugosas prebendas.
 

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