Columna


Consenso

CÉSAR PIÓN GONZÁLEZ

14 de noviembre de 2015 12:00 AM

La vida en sociedad requiere mucha articulación de intereses diversos y garantías, solo posible cuando se reconoce la necesidad de un lugar común para basar nuestra convivencia, por tal razón la búsqueda de consensos se inicia por reconocer la diferencia, en nuestro caso entre lo público y lo privado.

Con los recortes del presupuesto nacional y las destinaciones para un proceso del postconflicto, sumado a la ausencia de quién timonee la presentación de ideas y consecución de recursos para megaproyectos, es bienvenido el proyecto para dar facultades de crear una empresa de economía mixta en nuestro caso:  Invest in Cartagena.

Se truncaban estos esfuerzos en el pasado por las gestas separatistas de estos conceptos de público-privado (a quién enriquezco y quién lo malgasta), noción que según Weber fue un proceso gradual de separar los bienes domésticos de lo público y donde Bockelman en 1983 definió que fueron las clases burguesas las que determinaron la noción de lo público con respecto a la propiedad privada y en relación directa a su poder de clase.

Pero hoy Dilo te pone a reflexionar, las columnas no pueden estar cargadas de combates sin soluciones y esta promoción de inversiones para fomentar el desarrollo local parida desde la clase empresarial con los parteros públicos debe ir mucho más allá, debe dinamizar la economía local.

Se requiere posicionar la industria y economía de la ciudad, generar más empleos formales directos e indirectos, aumentar la base tributaria, aumentar las exportaciones de bienes y servicios, fortalecer las cadenas productivas en la región, formar capital humano y transferir conocimiento, y que Invest in Cartagena se convierta en el centro que presente y diligencie ante el orden nacional los APP, que aquí se han pasmado por diversos intereses y falta de consenso.

El 80% de la población de la ciudad es pobre, falta una infraestructura para la movilidad, y también grandes centrales de abastos y recintos feriales que nos deben llevar, sin perder el equilibrio, a una política de centro, no solo de aprobar el proyecto sino como instancia pública para garantizarles mediante una definición porcentual razonable y constante los recursos usados en las gestiones promocionales, en donde el funcionamiento y el arriendo debe estar a cargo de lo privado.

“Hanna Arendt definía que la esfera pública está basada en la igualdad y la esfera privada en la particularidad, no todos nacemos iguales, pero esa igualdad se puede construir y requiere una organización y planificación reconociendo nuestras diferencias y nuestras limitaciones”.
¡Dilo, bienvenido el consenso!

cesarpion@gmail.com

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