Entre los más importantes roles del Estado está el de redistribuir la riqueza y controlar el buen desarrollo del ordenamiento territorial. Debemos unirnos como sociedad, exigir programas en salud, educación y ordenamiento territorial que se estructuren y mantengan en el largo plazo.
Debemos educar ciudadanos en procesos de construcción de largo plazo, con inversiones y trabajo continuo en los que participan los maestros, la familia y la sociedad, combinando la cátedra con herramientas pedagógicas modernas y el ejemplo de todos. Nuestros niños y jóvenes son como esporas, ven, analizan y concluyen.
¿Cómo enseñar ética y buen comportamiento si hay corrupción en el sistema judicial, legislativo y ejecutivo?; ¿cómo mantener procesos de formación de calidad con los maestros en paro y abandonando a sus alumnos?; ¿cómo exigir portarse bien si en la calle nuestros niños ven pandillas de jóvenes que no creen que aquí hay un futuro y piden a gritos una oportunidad?
Luego, la salud exige repensar su modelo. Tiene cosas buenas como el sistema contributivo y no contributivo, pero urge una reingeniería que fortalezca programas de prevención y defina cómo debe pagarse y qué exigir a los entes prestadores de salud. Hay terribles ejemplos de malversación de recursos de este sector en los últimos años, sorprendiendo la falta de dignidad de algunos actores que juegan con la vida de los colombianos, usualmente los más vulnerables. Y también sorprenden las cuentas por pagar en la salud, convertida en una cadena de corrupción y desesperanza.
Tercero, el ordenamiento territorial y control urbano es fundamental para la inclusión social y fortalecer la convivencia de la sociedad en su ambiente natural.
En Cartagena debemos acordar el modelo de ciudad que queremos, por la que trabajaremos y defenderemos. Llamo a la reflexión con estas preguntas: ¿hemos pensado en la cadena de actores privados y públicos que participan en construir y vender un edificio?; ¿nadie notó lo que pasaba en Portal de Blas de Lezo?; ¿no hemos visto como ricos y pobres rellenan y se apoderan de los predios alrededor de nuestros caños y especialmente de la Ciénaga de la Virgen?; ¿no notamos que algunos, lícita o ilícitamente invadieron nuestros espacios y plazas públicas, sacándoles dinero y obstaculizando al peatón? ¿No vemos que el POT lleva más de 4 años con los términos vencidos? Asumamos un liderazgo y exijamos a las instituciones con competencia sobre el ordenamiento, que la ejerzan.
presidente@cccartagena.org.co
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