Columna


Crespo, paseo marítimo

GERMÁN DANILO HERNÁNDEZ

19 de abril de 2016 12:00 AM

Los proyectos de desarrollo en nuestro medio suelen generar más controversias que expectativas, y más adversarios que defensores. Si bien las prevenciones se soportan en un largo historial de obras inconclusas, mal diseñadas; o concebidas y ejecutadas por la corrupción, en muchas oportunidades los buenos resultados se minimizan ante los ruidos de las confrontaciones y los cuestionamientos que producen las inversiones.

Con argumentos sólidos de algunos sectores, y con más dosis de protagonismo que de conocimientos, por otros, el túnel y el puente del barrio Crespo llevan varios años en la agenda de crisis de Cartagena, en un péndulo entre la satanización y la sacralización.

Cuando se aproxima la entrega del llamado “Anillo vial de Crespo”, sin desconocer las razones de sus opositores, es de elemental equilibrio reconocer el positivo impacto que genera para la ciudad el componente paisajístico, ambiental y recreativo del proyecto, el “Paseo Marítimo”.

Es un parque lineal desconocido aún por la gran mayoría de cartageneros, e incluso del propio barrio, que transforma literalmente a la ciudad al ofrecer espacios para la gente.

Si existiera un video con tomas desde varios puntos del Paseo Marítimo, o desde un drone, y se proyectara en diferentes escenarios de Cartagena, seguramente el público lo identificaría como un hermoso lugar costero de Barcelona, Miami, Río de Janeiro, o de Lima, pero pocos se atreverían a señalarlo como propio.

Son unos dos kilómetros inéditos para una ciudad acostumbrada al confinamiento, que apenas comienza a comprender la importancia de recuperar espacios para la integración y convivencia. Gratifica descubrir los extensos senderos peatonales, la creciente vegetación del entorno; las canchas deportivas; las máquinas bio-saludables, las cómodas ciclorutas; el pasto sintético conjugado con colores en la imaginaria extensión del oleaje, y todo un complejo creativo al servicio de la contemplación, recreación e integración, frente a la majestuosidad del océano.
Quienes padecieron las incomodidades del proyecto serán los más directos beneficiados con el componente ambiental y paisajístico, que convertido en nueva oferta turística y recreativa de la ciudad, además valoriza sus propiedades.

Corresponde a la alcaldía y a la comunidad concertar acciones inmediatas de conservación y seguridad, para impedir el deterioro que produce el ambiente, los malos usos, y el vandalismo. Comenzando por impedir el paso de motocicletas por las ciclorutas, que ya son una amenaza.

El impacto del túnel y del puente en la movilidad urbana, generan aún expectativas; llegará el momento de los reconocimientos a su funcionalidad o de confirmar los cuestionamientos, pero por lo pronto el Paseo Marítimo de Crespo merece ser recibido a satisfacción.

*Asesor en comunicaciones

germandaniloh@gmail.com

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS