Columna


Crítica a la salvaguardia ecuatoriana

MAURICIO CABRERA GALVIS

18 de enero de 2015 12:00 AM

A propósito de la columna de la semana pasada rechazando la salvaguardia del arancel del 21% impuesto por Ecuador a las importaciones colombianas, un amable lector me dijo que Colombia debe aceptar la medida porque no perjudica a sus exportadores porque si bien ahora venderán más barato a Ecuador y recibirán menos dólares, seguirán recibiendo los mismos pesos que antes por la devaluación del peso.

Este raciocinio puede ser válido del lado contable, pero por dos razones de fondo no es aplicable a los exportadores colombianos de hoy. La primera es el precio del dólar a partir del cual se mide la devaluación y que pretende justificar la salvaguardia. En 2014 el peso colombiano se devaluó más de 20% hasta llegar a $2.400 por dólar, pero no se puede olvidar que esa era la misma tasa de hace 10 años ni que en el 2003 el dólar llegó a costar $2.900. Esta década de revaluación perjudicó mucho a los productores colombianos, y solo se empiezan a recuperar con la actual tasa de cambio.

El Banco de la República publica la serie histórica de la tasa de cambio bilateral entre Colombia y Ecuador, usando la tasa de 25.000 sucres por dólar, la que fijo el gobierno cuando dolarizó su economía en el año 2000. Calculando con esa tasa, hoy se pagan 10,5 sucres por peso colombiano frente a 14 sucres hace 2 años. La devaluación del peso en este período abarató a los ecuatorianos las compras a Colombia.

Pero hay que mirar la tasa de cambio en una perspectiva histórica y recordar que en el pasado el peso estuvo aún más barato: en 2006 y en 2009 se pagaron 9,5 sucres por peso, y en el 2003 hubo un precio mínimo de 8,5 sucres.

No hay justificación económica o financiera en que Ecuador elija el punto más alto de la tasa de cambio del peso para calcular la supuesta compensación cambiaria. Más aún, antes de dolarizar, la tasa de cambio bilateral era de 6,4 sucres por peso, es decir más baja que hoy.

Otro indicador que muestra que aun con la devaluación de los últimos meses la tasa de cambio con Ecuador es competitiva es el conocido índice Big Mac, de la revista The Economist, que compara el precio equivalente en dólares de una hamburguesa: en Ecuador es 3,50 y en Colombia 3,75 dólares, es decir, el vecino sigue siendo más barato que nosotros.

La segunda razón por la cual la salvaguardia es un perjuicio real para los exportadores colombianos: aunque hoy reciben más pesos que hace un año por sus ventas al Ecuador, sus costos también aumentaron con la devaluación por el componente importado de sus productos. Un productor que importe 50% de sus materias primas e insumos solo recibe la mitad del beneficio de la devaluación, mientras que la salvaguardia afecta el 100% de sus ingresos.

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