Columna


Cruce peligroso

CARLOS DÍAZ ACEVEDO

06 de julio de 2016 12:00 AM

Se acabaron las vacaciones, volvieron los y las estudiantes a los colegios José de la Vega y Ana María Vélez de Trujillo y de igual forma volvió su cruce peligroso por las vías de Torices y Paseo de Bolívar.

Estas vías, a la altura de estas instituciones educativas, nunca han tenido un semáforo, a pesar de ser uno de los tramos más transitados por personas y automotores, mucho más que en el del Colegio De la Salle donde sí hay uno, que para el lector Raúl Vargas funciona más bien como un reductor de velocidad y formador de trancones. En La Heroica no hay semáforos para tanta gente, tampoco pintura blanca.  

Los pelaos más pequeños de los barrios Canapote, Paseo de Bolívar, San Pedro, Santa Rita, Torices, etc., no conocen pasos de cebra en esta parte de la ciudad porque si alguna vez estuvieron pintados sobre la vía, fue hace muchísimo tiempo. Los pelaos pequeños y grandes de esta zona no tienen derecho de paso, pero tampoco las personas adultas y adultas mayores tienen derecho a pasar la carretera de manera segura; por esta avenida generalmente los carros, las motos y las bicicletas no paran ni dejan pasar a los peatones, quienes para poder cruzar la calzada tienen que hacerlo por vía de hecho, no tanto por derecho, arriesgando sus vidas, convirtiendo la calle, o más bien la avenida, en una selva de cemento donde ciudadanos de a pie, bicicleta, moto y carro se comportan como fieras salvajes peleando el paso, llevando la peor parte los primeros.

La cosa no es peor porque muchas madres y padres de familia, a sabiendas de todo esto y de mucho más, no le pierden pie ni pisada a sus muchachos, los llevan y los recogen del colegio cogidos de la mano, cruzando las carreteras de manera peligrosa, ahora mucho más cuando desde el mes de mayo rutas de buses de transporte público transitan por la carretera de Torices, viniendo de Crespo y Canapote.

El Departamento Administrativo de Tránsito y Transporte (DATT), a cargo del sampedrano Edilberto Mendoza Góez, como garante de la seguridad vial para preservar la vida y la movilidad de la ciudadanía, con los cambios viales ha debido traer señales, semáforos y policías para controlar el tráfico, así como educadores viales como en otros lugares del distrito. El DATT tiene tiempo de hacerlo antes de que funcione el nuevo mercado de Santa Rita y siga aumentando el tráfico en sus alrededores.

Tiene la obligación de impedir que el Paseo de Bolívar se convierta en un Paseo de la Muerte. 

*Lingüista, Literato y Comunicador para el Desarrollo
 

puntos_de_encuentro@hotmail.com

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