Columna


Cultura y ciudad

MARÍA ISABEL VARGAS A.

30 de julio de 2015 12:00 AM

¿Puede una ciudad adelantar sin cultura? En Cartagena estamos acostumbrados a pensar que el término cultura es para ciertas personas eruditas, o que cultura es la del Caribe. ¿No tendríamos que mirar un poco más allá? ¿Han pasado en vano veintiún siglos para que nos quedemos aislados de la cultura del mundo? Venimos, en nuestros orígenes no sólo de América: Europa y los demás continentes nos aportaron literatura, música, pintura, danza, y mucho más. ¿Tenemos derecho a ser indolentes y creer que sólo nuestra cultura nos hará crecer? ¿Hay alguna razón válida para ignorar la cultura que viene de siglos anteriores y de otros países? 

La cultura humaniza, nos hace pensar en el otro, nos hace mejores individuos sociales.

Nacimos ya mestizos, con un bagaje cultural que debemos aprovechar. La música no solo puede ser la de nuestro suelo, la literatura no comenzó en Colombia, ¿podemos ignorar que leer nos hace viajar sin necesidad de coger un avión, y a la vez nos abre horizontes? Probablemente se nos abra el deseo de conocer más, de aprender y de aprehender.

En Cartagena hay festivales de música, de literatura y de cine, una vez al año; también exposiciones plásticas; pero, a pesar de su buena calidad, no llegan sino a un grupo muy reducido de la población.

Cartagena tendría que tener centros culturales en todas las zonas de la ciudad, especialmente en los barrios más pobres. Si lo logramos, en pocos años estaremos en una mejor situación.

Tendríamos que esforzarnos junto a los gestores culturales, los profesores, los líderes comunales y la ciudadanía, para que logremos todos entender que sin cultura no hay civilización.

La ética con sus valores fundamentales está incorporada en todas las artes. No tendría por qué ser una palabra sin sentido. Si la ética predominara, no habría violencia.

No podemos caer en esos discursos de que “nosotros no tenemos la culpa de que haya tanta pobreza”, pues sí la tenemos porque hacemos poco para remediarla. Quizá siendo más cultos se acabaría tanta inseguridad, la preocupación mayor de la ciudad.

José Mujica, ex presidente del Uruguay, al salir del teatro Colón, de Buenos Aires, le contestó a la reportera que le preguntaba “¿por qué asistía a esos espectáculos burgueses donde había ópera, ballet, y conciertos?”, y él dijo: “Es necesario ampliar el ámbito de la cultura, que no tiene por qué ser sólo de las clases aristocráticas; entre más culto se sea, es mejor. Hay que saber de música, de artes, de ópera porque, señorita, el conocimiento sin cultura, es peligroso”.

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