Columna


Desidia y plagio

LIDIA CORCIONE CRESCINI

25 de junio de 2013 12:00 AM

LIDIA CORCIONE CRESCINI

25 de junio de 2013 12:00 AM

No cabe la menor duda de que la tecnología de punta es un factor preponderante en el avance de la comunicación y la información: nos ahorra tiempo, nos permite agilizar la investigación, nos conecta de manera inmediata a los sucesos mundiales, nos entrelaza culturalmente y podemos estar al día en lo que sucede minuto a minuto. Cuando los noticieros muestran algún suceso trágico, ya sea un incendio, una balacera, un tsunami, parece que los televidentes estuviéramos en el sitio y las llamas, las balas o las corrientes de agua, pudieran alcanzarnos.
Es importante resaltar que a los niños y jóvenes de hoy se les da demasiada información a través de las redes, Google y correo de las brujas. Si estos mecanismos no son bien utilizados, ellos se pierden en una búsqueda infructuosa y caen en el error y a la vez el delito del “copy-paste”, incurriendo en el plagio, que acarrea graves consecuencias. Pensar por sí mismos, inventar, crear e innovar, es clave para el futuro de las nuevas generaciones porque en manos de ellos están sus propios destinos de calidad de vida, para construir democráticamente ciudad o país.
En ocasiones los jóvenes se conforman con sacar de la información solo el título o los subtítulos sin detenerse a indagar, leer, cuestionar, argumentar o contraargumentar lo que están leyendo y consideran que con llenar hojas y hojas de citas o referencias bibliográficas exigidas por las normas APA, ya han cumplido con la entrega de un trabajo, polemizando más adelante con el profesor pues ellos imaginan que su nota es excelente porque “escribieron bastante”, no teniendo en cuenta que la producción propia, la que deben realizar, la cierran solo en tres renglones con la siguiente frase: “De lo anterior podemos concluir que…;”.
El agravante adicional es que son lectores de 3 o 4  libros al año, obligados por el plan lector. ¿Para qué leer libros si todo está dado? A la mayoría de los jóvenes les cuesta trabajo producir textos. En la parte argumentativa, se les dificulta, en la interpretativa a veces lo logran, en la propositiva, que es donde ellos deben aportar lo propio para mostrar soluciones a través de sus propuestas, se quedan cortos. No puedo generalizar, existen jóvenes estudiantes excelentes. Manejan bien la información y a la vez, aprovechan su tiempo y no se van por las ramas a visitar “El rincón del vago”, Respuestas Yahoo o cualquier otro sitio que regala de inmediato réplicas facilistas.
Ahora bien, si queremos ser autónomos y tener vocería, debemos prepararnos bien para no ser manipulados y poder tomar nuestras propias decisiones. El plagio te castra mentalmente. No permitas que los demás tomen decisiones por ti. Necesitamos líderes de nuevas generaciones sin politiquería ni corrupción, para que nos gobiernen bien.

*Escritora
licorcione@gmail.com

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