Es bien difícil retroceder para saber cuándo comenzó todo esto.
Hoy, 24 de julio del 2015, pienso que el primer campanazo de que algo diferente ocurría lo dieron los dirigentes del transporte, por allá en marzo de 2014. Ellos reconocieron, agradecidos, que en tan solo 8 meses, concluyeron todas las obras de Transcaribe y se lograron acuerdos, entre todos los involucrados, para chatarrizar buses, el ingreso de los nuevos vehículos, la apertura del sistema de transporte acuático y la educación de conductores y usuarios. Pudo ser también en mayo del 2014, en un simposio internacional para analizar el revolucionario plan para la juventud basado en deporte, empleo y cultura ciudadana. Implementado desde agosto del 2013, ha tenido un benéfico impacto en la resocialización de pandillas y en reducir la violencia.
Cuatro hechos nos convencieron de que vivíamos un período histórico sin precedentes: El primero fue la clausura de las sesiones ordinarias del Concejo, el 16 de mayo del 2014. Por unanimidad, aprobó un reconocimiento al alcalde y su secretario de Hacienda por presentar, con meses de anticipación, el excelente presupuesto del 2015 y que garantizaba la viabilidad financiera de la ciudad a largo plazo. El segundo hecho, grabado en elocuente foto, fue cuando el alcalde firmó, en pleno sector de Bazurto y ante centenares de vendedores agradecidos, el decreto concertado de traslado del mercado a la nueva central mayorista de abastos. El tercero fue en la tarde del jueves 13 de noviembre del 2014, en la lectura del bando. Luego de un arduo año de trabajo se empezaron a ver los primeros frutos de la campaña de la alcaldía, Cartagena es mi casa.
En medio de un torrencial aguacero, lo jamás visto: en total orden más de 500.000 cartageneros presenciaron y participaron de su historia y su cultura. El acto principal fue el grado de miles de mototaxistas como brigadistas de la paz.
Por último, en abril del 2015, Cartagena Como Vamos, a petición popular, debió hacer la presentación de su informe anual en el reinaugurado y hermoso parque del bicentenario. Las cifras del informe son claras y en Cartagena, todos las percibimos como ciertas. Salud y educación para todos. Se siente, se vive, somos una ciudad diferente. Los 95.000 cartageneros que votaron por él se felicitan al tiempo que los más de 100.000 que votaron por otros o en blanco y los 400.000 que no votaron se han arrepentido en estos dos años.
Con lo anterior, todos se preguntan: ¿qué democracia es esta que no permite reelegir al mejor alcalde de nuestra historia?
Algo debemos hacer, digo yo, para reelegir al alcalde que, como el dios que lleva su nombre, ha dado fin a la preocupación de los cartageneros y nos tiene en éxtasis. Como sea, vean que se los digo, la reelección es imparable.
*Profesor Universidad de Cartagena
crdc2001@gmail.com
NOTICIAS RECOMENDADAS
Comentarios ()