Columna


¿Donde está la Policía?

ALCIDES ARRIETA MEZA

18 de enero de 2014 12:02 AM

La pregunta está referida a las tres acepciones sobre las cuales depende la seguridad pública: poder, función y actividad de Policía. Los hechos delictivos con adjetivos de  masacre, como los asesinatos recientes en el barrio San Fernando, urbanización Simón Bolívar  y en la urbanización Villa Venecia en Manga, para citar hechos anormales que son parte de la cotidianidad, contrastan con las declaraciones realizadas por el comandante de la Policía Metropolitana de Cartagena, quien informó por la prensa local de un balance positivo de las festividades en el  fin de año en materia de seguridad.

La autoridad policial, creeríamos, estaría haciendo un balance parcial en la ciudad de Cartagena, referido al blindaje del que fue objeto el Centro Histórico, las zonas hoteleras y  los grandes  centros comerciales, éxitos que hemos de reconocer. Felicitaciones.

Pero este  éxito, este blindaje o  eficacia  en el corralito de  piedra,  cumplimiento efectivo de sus funciones  constitucionales, no puede predicarse de la mayor parte del territorio del Distrito de Cartagena, el cual sigue siendo vulnerado por las distintas formas de delito.

La seguridad preventiva brindada a estas zonas mencionadas, lamentablemente, no es la misma en toda ciudad, situación que facilita el actuar de  los delincuentes, poniendo en peligro la integridad personal.

En las zonas pobres y marginadas  la inseguridad es  amenaza permanente, en estas zonas es casi nula prevención al delito, como en casi toda la ciudad, donde la presencia policial es casi siempre  posterior al suceso.

Los factores que generan la inseguridad en esta parte de Colombia se multiplican geométricamente. Estos son sociales, económicos, y culturales, factores desatendidos históricamente por los gobernantes distritales, departamentales y nacionales, y que requieren políticas excepcionales tanto coyunturales como estructurales.

En ese mismo orden los gobiernos Distrital, Departamental  y Nacional deben formular e implementar medidas extraordinarias en todo el territorio de Cartagena y el departamento de Bolívar, que impliquen  presencia  e inteligencia policial y judicial  constante en la prevención del delito.

La función policial es esencialmente preventiva, excepcionalmente correctiva, la primera  es la  única manera de proteger  eficazmente la vida, honra y bienes  de las personas, reto gigantesco  del  Estado  y  de los cuerpos armados  y de investigación policial.

Las autoridades policiales y judiciales no pueden seguir solo contando  y levantando  los muertos, anunciar investigaciones, como son sus deberes. Cuando esto sucede significa que han fracaso  en su misión preventiva.

En Cartagena  escasean  las zonas  exentas de riesgos. Sus calles, buses, busetas, automóviles, establecimientos de comercio y conjunto residenciales, están amenazadas. Señor alcalde, señores comandantes de la Policía, señor gobernador: la prioridad de cualquier gobierno es la protección de la vida,  de la integridad personal, de la propiedad, en todo momento; ello implica medidas extraordinarias y ordinarias  que  comiencen a remover las causas que producen su cercenamiento y de la actuación efectiva  de la fuerza pública.

Profesor

alcidesarrieta@hotamail.com

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