Columna


Drenajes pluviales, vuelve y juega

ALFREDO PINEDA C.

17 de noviembre de 2016 12:00 AM

No hay nada más peligroso que una comunidad sin memoria, pasiva, resignada y que no reclama con vehemencia, sin recurrir a la violencia, sus derechos fundamentales, como lo es el de exigir a sus gobernantes el vivir dignamente y con calidad.

El crecimiento desordenado y sin planificación alguna ha permitido que se remplacen áreas que antes servían de infiltración y/o percolación y zonas de drenaje, llámese zonas verdes, áreas de reserva forestal, rondas de arroyos y canales, por zonas duras, pavimentos y edificios. Esto ha traído como consecuencia que cada vez, la insuficiencia de drenajes sea mayor, debido a que todas esas aguas se convierten en escorrentías que copan la capacidad natural de drenajes que tenía la ciudad.

Esto va ligado a un típico caso de falta de control de las autoridades sobre la construcción de grandes proyectos que cada día asfixian a la ciudad, no solo por falta de drenajes pluviales, sino en la movilidad y servicios públicos.

Los drenajes pluviales de Cartagena se han convertido en un elemento atrapa votos, distractor de electores, en cada campaña política hacia la alcaldía, siendo muy poco lo que se hace para cumplir con el desarrollo de un verdadero Plan Maestro de Drenajes Pluviales (PMDP), una vez que se llega al cargo.

Recuerdo perfectamente cuando en la administración de la Doctora Judith Pinedo se estructuró un PMDP con la Universidad de Cartagena. La primera observación que hicimos en la SIAB, donde se hizo la presentación, fue: “¿Quién hará el seguimiento a los diseños, operará y mantendrá un sistema tan complejo como el PMDP? Esta pregunta la hemos seguido haciendo en diferentes oportunidades y escenarios, sin obtener una respuesta clara.

La respuesta es muy simple, el PMDP se debe tratar como un servicio público, creando un ente de economía mixta o privado encargado cobrar el servicio. Esta solución genera un costo para los beneficiarios, medida un poco antipática que no produce votos pero si confort y calidad de vida.

Otra situación que no ha querido ser reconocida por los gobernantes y sus asesores de turno, es la de asociar el PMDP al ascenso del nivel del mar producto del cambio climático, que conlleva inexorablemente a dos únicas soluciones: establecer sistemas de bombeo o subir el nivel de las vías de los barrios en mayor riesgo.

Mientras se adelanten obras aisladas, como el Paseo Peatonal de Bocagrande, donde no se tuvo en cuenta el diseño de estaciones de bombeo; o la limpieza de canales en temporadas de alta lluviosidad y otros pañitos de agua tibia, serán muy pocos los beneficios que obtendrá la ciudad para solucionar este grave problema.

Vicepresidente Sociedad de Ingenieros y Arquitectos de Bolívar
alfredopineda1@yahoo.com

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