El presidente Juan Manuel Santos escogió el 2 de octubre, día del nacimiento de Mahatma Gandhi, para realizar el plebiscito que ratificará el acuerdo discutido en La Habana, es un homenaje a ese apóstol de la paz que con su lucha y tenacidad venció al imperio británico en la India. Los negociadores del gobierno y la guerrilla, Humberto de la Calle Lombana e Iván Márquez anunciaron que con la firma del acuerdo, se inicia el advenimiento de la paz en Colombia. De la Calle, en una excelente exposición, propia de un estadista, fue diseccionando los puntos de lo acordado durante más de cuatro años de conversación entre el gobierno y la guerrilla. Hizo claridad sobre la “Justicia Transicional”, la cual es avalada por el Estatuto de Roma, la Corte Penal y el Derecho Internacional Humanitario; justicia que calificó como verdadera por la importancia que concede a las víctimas. Justicia, que fortalece la “fuerza democrática del Estado” y por ende vigoriza el Estado de Derecho. Iván Márquez confirmó en su intervención esa franca y necesaria comunión en los intereses de ambas partes para que definitivamente la paz sea el futuro de Colombia.
Con la firma de los acuerdos de La Habana, ya todo está acordado; ahora serán los ciudadanos los que acudirán a las urnas a votar por el Sí al plebiscito, a fín de que este país salga definitivamente de la encrucijada en que estuvo por más de cincuenta años, en una guerra fratricida, que colateralmente favoreció la desigualdad y marginó hacia la pobreza a los sectores más vulnerables. Históricamente debemos ratificar que en los cincuenta años del conflicto en Colombia este se caracterizó por ser un modelo de una “violencia asimétrica”, que maltrató más a los sectores tradicionalmente desprotegidos del Estado.
El Estado y la Constitución del 91, en el postconflicto, suministrarán las herramientas y las estrategias que facilitarán que Colombia sea una nación en paz, sin exclusiones, sin marginamientos, más homogénea en la educación, en los beneficios sociales y en la protección de los derechos fundamentales que el Estado debe garantizar a todos los ciudadanos. El 2 de octubre el Sí al plebiscito refrendará esta paz conseguida con el esfuerzo del gobierno y la guerrilla, denuedo digno de resaltar como un valor agregado a un futuro mejor para Colombia.
COLETILLA. El presidente Santos anunció en la Plaza de Bolívar que a partir de este lunes 29 de agosto, entrará en vigencia la declaratoria del cese de hostilidades bilateral y definitivo, lo que significa que el Ejército no adelantará más acciones ofensivas contra ese grupo guerrillero.
*Exdirector de El Universal. Académico de Medicina e Historia.
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