Columna


El discurso de Timo

MIGUEL YANCES PEÑA

04 de enero de 2016 12:00 AM

Cuando los atentados del 11 de septiembre en los EUA, muchos, como yo, pudieron pensar que con estos señores había que sentarse a dialogar, porque pelear con un enemigo oculto es imposible: un atentado es muy fácil de cometer, sólo se requiere un poco de dinero y un psicópata, pero evitarlo es casi imposible.

No obstante la estrategia del gobierno estadounidense fue diferente e inesperada:  protegerse con tecnología, prohibiciones, controles e incómodos procedimientos, contra nuevos atentados. En Colombia con una estrategia diferente, habíamos logrado reducirlos a “falsos positivos”: intentos de atentados montados y desmontados por los mismos cuerpos de seguridad del Estado.

Sin embargo, este gobierno, después de haber sido discípulo oportunista de quien lideró esa estrategia, ha terminado cambiándola por la inversa: traer a estos a la vida pública y a la política otorgándoles, todo lo que no lograron armados, mediante acuerdos del tipo “toma todo”.

Escuchando el discurso de Timochenko más reciente, que circula en las redes sociales (voz e imagen, para evitar los montajes), sale a relucir lo cautivador del discurso, mientras nuestros políticos se sacan los trapitos sucios. Populismo para los desesperanzados; y la apología a los regímenes totalitarios como el de Cuba y Venezuela, que este señor, con un lenguaje pulcro, visiona en un país gobernado por ellos.

Si la nueva guerra es con la lengua, sin duda que este señor les gana a todos los políticos colombianos juntos. Y ese discurso, si lo escucha dos veces, amigo lector, terminará por convencerlo a usted que él es la mejor opción para una Colombia mejor. Pero por si las moscas, por si Ud. piensa con el cerebro y no con las vísceras, y no se deja convencer, conservarán las armas ocultas y una base de datos con toda la información de los ex combatientes, para poder reclutarlos dado el caso, si no es que logran mantenerlos armados como policías rurales.

Por dios Juan Manuel, ¿qué está pactando usted, ¿una paz condicionada al logro de todos sus caprichos y pretensiones? Creo firmemente que todo sistema de gobierno, la democracia en nuestro caso, tiene el derecho a proteger su supervivencia, así como los seres humanos lo tenemos a proteger nuestras vidas. No es entendible que facilitemos su destrucción como “virus troyanos” metidos en el sistema operativos de los computadores.

Una cosa es pretender mejorarlo, otra bien distinta abolirlo para implantar sistemas que han mostrado su fracaso histórico en todo el mundo.

Miguel Yances Peña
movilyances@gmail.com
 

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