Columna


El discurso del Presidente

DARÍO MORÓN DÍAZ

28 de marzo de 2015 12:00 AM

A raíz de la crisis originada en la Corte Constitucional se desató, en forma inusitada, una ola mediática promovida por algunos comentaristas en la radio, la televisión y medios escritos, que pontifican sobre la forma de solucionarla, engendrando así un ambiente contrario a la institucionalidad del país.

En su discurso del miércoles 25 el presidente Juan Manuel Santos, que es el jefe de Gobierno y del Estado, fue enfático al afirmar que en Colombia con la división de los tres poderes rige: “El Estado de derecho y no el Estado de opinión”. Fue contundente el mandatario al agregar que él no puede permitir que se pretenda acabar con uno de los pilares de la democracia, en este caso el poder Judicial, con manifestaciones que preconizan como solución la renuncia de todos los magistrados de la Corte Constitucional. El Presidente afirmó: “No permitiré que se pongan en peligro las instituciones que hemos construido y preservado con tanto esfuerzo, ni que se intente reemplazar el Estado de Derecho por una especie de Estado de Opinión, donde prevalezca la versión del que más ruido haga, por encima de los conductos legales”. El Jefe de Estado agregó: “cuando fallan las instituciones es porque fallan los seres humanos que las conforman o los procedimientos que las rigen y son estos factores sobre los que debemos actuar en lugar de seguir por el camino fácil de demoler la institución”.

El jefe de Gobierno y del Estado puede acudir a fórmulas que dentro de la institucionalidad le permiten solucionar la actual coyuntura sin atender las imprecaciones de las Casandras del desastre. Los anuncios que hizo el primer mandatario van encaminados a defender el Estado de Derecho y rechazar el cacareado Estado de opinión del que tanto se habló en el régimen pasado, que dicho sea de paso, fue en ese régimen que con la “reforma del articulito” desvertebraron la institucionalidad establecida en la Constitución de 1991.

El constitucionalista Rodrigo Uprimny en un escrito citó al politólogo Guillermo O’Donnell que señala: “los controles horizontales y verticales son fundamentales en una democracia, los horizontales son dependientes de la separación de poderes y de esa manera el Gobierno es controlado por los jueces o el Congreso. El Estado de Derecho implica la separación de poderes y la protección de los Derechos Humanos. Los controles verticales  son los que directamente ejerce la ciudadanía sobre los gobernantes, por ejemplo, por medio de votaciones periódicas”.

La independencia de poderes equilibra la democracia, apoyado en esa independencia y equilibrio el Presidente Santos puede encontrar la solución a la crisis actual.
*Exdirector de El Universal. Académico de Medicina e Historia.
dmorond@gmail.com.

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