En agosto de 1967 llegaron desde Uganda unos monos para laboratorios en Alemania y Yugoslavia. Treinta personas sufrieron una extraña enfermedad con fiebre, dolores, malestar, ojos rojos, brote en la piel y sangrado. Fallecieron 7 (letalidad del 23%). Hubo seis casos más por contacto con sangre o secreciones de animales o pacientes. Por ello las muestras se enviaron a un laboratorio experto y seguro en Porton, Inglaterra. Estudiaron las muestras usando medidas de seguridad inimaginables, trajes biológicos, cabinas de seguridad, etc. El informe, publicado ese año en la revista Lancet, determinó que “aún no es posible llegar a una conclusión definitiva”. En 1970 se identificó y se le llamó virus Marburg, ciudad alemana del accidente en el laboratorio. Debió llamarse virus Uganda.
En 1975 hubo tres casos aislados y en 1976, dos brotes. El primero, en Zaire, afectó a 318 personas con letalidad del 90%. El segundo en Sudán, afectó a 250, con letalidad mayor de 60%. Las muestras se enviaron a laboratorios en Estados Unidos, Bélgica y Porton. Los tres coincidieron en que era el virus Marburg pero serológicamente distinto y lo rebautizaron con el nombre de un riachuelo, Ébola, que fluye hacia Yambuku. De allí venía el primer paciente que fue aislado, el fallecido profesor Mabalo Lokela.
El 5 de noviembre de 1976 un científico en Porton se pinchó el pulgar mientras trabajaba con un hígado con Ébola. Se le aplicó suero llevado desde Zaire, se le inyectó interferón humano preparado, y se salvó.
Desde entonces hubo 24 brotes que afectaron a más de 2.000 africanos con letalidad mayor al 60%. Poco se hizo al respecto.
La epidemia actual se inició en diciembre del 2013 con un niño de 2 años en Guinea. La OMS fue notificada del brote de Ébola el 23 de marzo. Ocho días después el virus estaba en Liberia y Sierra Leona. El 23 de julio, tras centenares de muertos, Médicos sin fronteras declararon que el virus estaba fuera de control. El 2 y 5 de agosto llegaron los primeros pacientes a Estados Unidos. Sólo entonces, el 8 de agosto, la OMS declaró la emergencia médica global y de pandemia y 4 días después aceptó usar drogas experimentales.
En http://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMoa1411100#t=articleResults hay un espeluznante video de la rápida expansión de la pandemia. A pesar de los errores globales, contrastan los años de desidia en África con la diligencia para identificar, aislar y tratar a las víctimas occidentales.
En Cartagena anualmente llegan más de 500.000 turistas en cruceros, más de 200.000 extranjeros por vía aérea y hay más de 2.000 recaladas. Así, debemos considerar el arribo del Ébola, si aún no ha ocurrido, como una posibilidad real y ninguna medida de prevención será exagerada.
*Profesor Universidad de Cartagena
crdc2001@gmail.com
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