Columna


El encanto del “Mono” Mendoza

SARA MARCELA BOZZI ANDERSON

28 de marzo de 2017 12:00 AM

Recientemente recibió todos los honores en este diario que ha sido su casa desde 1983, el periodista Germán “Mono” Mendoza Diago, el editor general de “El Universal”, maestro y cineasta, quien a su vez, merece un homenaje similar de parte de la Universidad de Cartagena, donde ha enseñado los secretos del oficio a cientos de jóvenes que han respetado y querido a su maestro, quien ha impartido su sabiduría en la propia sede del periódico.

El “Mono” es el último representante activo del ‘Nuevo Periodismo Norteamericano’ en Cartagena. Heredero de Hemingway y Talese, es célebre su crónica sobre la película “Quemada”, protagonizada por Marlon Brando; el actor palenquero, Evaristo Márquez; y cientos de extras de cartageneros que se fascinaron con la ola del cine en la ciudad que le abrió su corazón al director italiano Gillo Pontecorvo.

A Germán, me unen muchos años de vivencias en Popayán, la pequeña ciudad blanca destruida por un terremoto en marzo de 1983. Allá nos conocimos en el breve periódico, “El Liberal”, dirigido por el gran demócrata y defensor de Derechos Humanos, Francisco Lemos Arboleda. También nos reuníamos a comer “enyucao”, como miembros de la colonia costeña, que no era muy numerosa en Popayán.

Luego del terremoto, Germán fue nombrado director del periódico “El Liberal”, siendo el director más joven que tuvo el diario, donde ejerció los principios democráticos tradicionales, impartidos por don Francisco. Su amor por las letras, lo llevó a fundar la “página literaria” del diario, donde destacó la actividad de “Casa de las Américas”, de Cuba.

En aquellos años, Germán tenía su intenso parecido con el pintor Alejandro Obregón, a quien luego, entrevistaríamos en la Casa Azul de la Calle de la Factoría en Cartagena. 

Volví a verlo en la Universidad de Cartagena, impartiendo la cátedra de “Periodismo Internacional”, por la cual no cobraba un peso. Sencillamente, no quería dejarse atrapar por el complejo embrollo de la contratación oficial. Muchas de sus mejores alumnas y alumnos, pasarían luego a formar parte de su equipo en “El Universal”.

Mediante estas breves líneas, deseo agradecer su alegría, su filosofía del ocio y del goce, pero al mismo tiempo, su capacidad de trabajo continuo, y su amor por el periodismo científico, por las artes y la cultura.

Aunque al salir de Popayán dejó muchos corazones rotos, el gran amor de su vida es la periodista Martha Ramírez, madre de sus hijos. Al “Mono” y a Martha, van dirigidas estas palabras agradecidas, en reconocimiento a tantos años de trabajo, en éste, “el mejor oficio del mundo”, según palabras de nuestro premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez.

*Directora Unicarta

saramarcelabozzi@hotmail.com

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