Columna


El engranaje

CARLOS GUSTAVO MÉNDEZ

24 de marzo de 2013 12:00 AM

CARLOS GUSTAVO MÉNDEZ

24 de marzo de 2013 12:00 AM

El 20 de marzo el gobierno radicó en el Congreso el proyecto de reforma del sistema de salud, mediante la cual se pretende sepultar la Ley 100, una norma llena de buenas intenciones pero que nació envenenada de irrealidad y que es un perfecto ejemplo del divorcio entre el discurso y la realidad, manía que nos viene desde Colón, quien decía que había descubierto el “Paraíso Terrenal” en la desembocadura del Orinoco, cuando debía estar aturdido por el calor.
Si bien con ley 100 se aumentaron los recursos para la salud, los cuales, este año, ascienden a 39 billones, los usuarios se quejan por la mala calidad de la atención, los profesionales de la salud protestan por sus sueldos y honorarios miserables y muchos hospitales están quebrados. En el proyecto de reforma se le cercenan funciones a las EPS, las cuales se convertirán en gestoras de riesgos, se crea un organismo que se denominará “Salud Mía” que reemplazará al FOSYGA y habrá giro directo del dinero a las IPS y también a los entes de salud territoriales. Si esta reforma es aprobada, no creo que mejore la salud, ya que este sector padece el síndrome del engranaje que nos remite a una obra de Jean Paul Sartre, en la cual, el mandatario de un país al cual la oposición acusa de connivencia con las transnacionales que explotan las abundantes reservas petroleras, es derrocado; el nuevo dictador califica como corrupto al sistema anterior y promete eliminar a las empresas petroleras, pero recibe a los gerentes de las empresas y estos lo convencen de que deje todo igual; más tarde otro coronel tumba al nuevo dictador y al día siguiente recibe a los delegados de las petroleras para transar y así se repite la comedia del engranaje, en el cual, los recién llegados al poder, quedan prisioneros de una situación enmarañada, mientras en la población crece el desaliento y se traspone la esperanza a otro mandatario que haga una reforma.
Así pasará con la reforma a la salud, ya que cuando los “avivatos” logren colarse en el ente denominado “Salud Mía”, que manejará 40 billones de pesos, lo convertirán en un nido de corrupción. El nuevo gobierno propondrá otra reforma a la salud y así se moverá el engranaje una y otra vez. Mientras tanto, mucha gente seguirá agonizando en las puertas de los hospitales y Sartre en el más allá, estará muerto de la risa.

*Directivo universitario. Miembro de la Academia de la Historia de Cartagena.

menrodster@gmail.com

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