Columna


El estornudo del ébola

MARIO MENDOZA OROZCO

22 de octubre de 2014 12:02 AM

Desde sus remotos nichos en las selvas africanas, el Virus del Ébola llegó a Norteamérica y España en los últimos días. El “extraordinario” (en palabras del presidente Obama) sistema de salud de los Estados Unidos no pudo impedir que un individuo con el virus lo paseara durante cuatro días por Dallas sin control.

Para prevenir que vuelva a ocurrir, Obama anuncia más controles aeroportuarios y mayor información para los médicos norteamericanos. Si eso ocurrió en el país más poderoso del mundo, la Meca de la epidemiología clínica y de las guías y protocolos estrictos, ¿qué podríamos esperar de nuestro precario sistema de salud en el caso de que el virus llegara a nosotros?
No es imposible que el ébola llegue a Colombia y Cartagena es candidata para recibirlo, sea por un inmigrante legal o ilegal. Un infectado cuyos únicos síntomas sean fiebre y decaimiento, que mintió sobre su procedencia y antecedentes para poder viajar (el eboloso de USA mintió a las autoridades de Liberia en el cuestionario que diligenció antes de abordar: negó haber tenido contacto con un paciente enfermo y sí lo tuvo) podría sorprender a cualquier médico de nuestro también “extraordinario” sistema sanitario en un consultorio atiborrado de pacientes con dengue, chikungunya, gripa, hipertensión, diabetes, “dolencias”, etc., que es el pan de cada día en la práctica y mezclarse en la sala de espera con ellos mientras espera que lo atiendan.

Quizá el médico, sobrecargado de trabajo y con “recomendados” adicionales que atender porque si no lo botan, no le pregunte su procedencia y le ordene exámenes “de rutina” mientras lo deja en observación. Cuando alguien pregunte y el paciente confirme que procede de Sierra Leona, por ejemplo, ya todos sus contactos tendrán que ponerse en cuarentena, y habrá que manejarlo con el equipo de protección personal (EPP) requerido, que no lo tendrán allí, y luego todo será caos e improvisación. ¿Dónde lo aíslan? ¿Quién lo transporta? ¿Quién provee el EPP? Como dijo un colega en una reunión institucional al respecto, si un paciente con ébola estornuda aquí, por lo menos tendremos 3 o 4 enfermos, o sea, 3 o 4 futuros muertos a corto plazo.

Hace pocos días las autoridades locales de salud aún no tenían repuesta a estas preguntas: esperaban instrucciones de Bogotá para definir estos prioritarios asuntos, que deberían estar definidos desde que se hizo público el primer caso en el continente americano. Entretanto, ya hay un caso sospechoso en Brasil. El ébola es algo muy serio, que no da para esperas ni trámites burocráticos. Es la muerte que toca a la puerta de todos los habitantes de las ciudades y países donde llega.

MARIO MENDOZA OROZCO

mmo@costa.net.co

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS