Columna


El papa, entre Guadalupe y la Santa Muerte

RICARDO TROTTI

13 de febrero de 2016 12:00 AM

Francisco está en México, país paradójico, católico y violento. Tan famoso por la devoción a la Virgen de Guadalupe, como por idolatrar a la Santa Muerte.

México ya no es el de las “lindas mañanitas”, sino el de tenebrosos atardeceres, noches de violencia del crimen organizado, amparado por la ineficiencia de un Estado desbordado y que se siente fallido. Está impregnado de violencia y sumido en la impunidad. La Justicia escasea, la seguridad es nula y son comunes cadáveres mutilados colgando de puentes. Muchos prefieren no denunciar, postrados ante el fetiche de la Santa Muerte, la “autoridad” más confiable a quien pedirle protección.

En un país de pecados, donde resaltan los violentos, criminales y corruptos y son finas las líneas entre los “Chapo” Guzmán y los Peña Nieto, Francisco está a sus anchas. Retará. Lanzará dardos y frases célebres. Enfrentará al poder revitalizando aquello de “pecadores sí, corruptos no”, excomulgará a los carteles como a la camorra napolitana y la Cosa Nostra siciliana, y se avergonzará de los traficantes de inmigrantes, así como condenó a los mercaderes de refugiados en Lampedusa.

El derrotero de Francisco está marcado. A diferencia de los 5 viajes de Juan Pablo II y del de Benedicto XVI por ciudades acomodadas, se internará en la corrupta Ecatepec, la narcotizada Michoacán, la violenta Ciudad Juárez y la pobrísima Chiapas, bastión de la inequidad. Sus duros mensajes se oirán más allá de México. Avergonzarán a más de uno, también en el “muro de los lamentos”, la pared que Donald Trump quiere para atajar migrantes. Sus colegas republicanos, varios católicos, como Marco Rubio y Jeb Bush, tratarán de usar las palabras de Francisco como trampolín.
Cada viaje y cada frase de un Papa es tomado en forma selectiva según el interlocutor. Peña Nieto se vanagloriará de su visita, y sus opositores la usarán para machacar lo muy poco que el gobierno hace contra pobreza, corrupción y crimen organizado.

Transparencia Internacional tiene a México como corrupto, grupos de derechos humanos lo definen como el más violento de América Latina, con 151 mil asesinatos y 27 mil desaparecidos en la última década, una violencia que no distingue sectores ni género. El Observatorio Nacional del Feminicidio cuenta 1.554 mujeres desaparecidas desde 2005 en el estado de México y el Episcopado nacional dijo que los crímenes y secuestros contra religiosos aumentaron 275% y que 40 sacerdotes fueron asesinados en los últimos años.

Francisco recibirá muchas críticas por no atender a los padres de estudiantes incinerados o de niños abusados por el cura Marcial Maciel. Una agenda limitada le ganó reproches en EEUU al no recibir a víctimas de racismo o en Cuba a disidentes y oprimidos, para no desairar a los dictadores Castro. Francisco salta protocolos y vallas de seguridad, y su espontaneidad gana simpatías, acercándose a las de Juan Pablo II.

Pese a la política habitual, este viaje de Francisco parece más pastoral. Tiene delante a dos países opuestos: uno 83% católico, y el otro, que idolatra a la Santa Muerte. A este último, la oveja descarriada, Francisco le querrá recordar que México es y debe seguir siendo 100% guadalupano.

MENSAJES Y SOCIEDAD
RICARDO TROTTI
trottiart@gmail.com

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS