Columna


El patrimonio cultural

HERNANDO TRUCCO PUELLO

21 de abril de 2015 06:48 AM

Gestión del patrimonio cultural es una frase a la que nos ha faltado el suficiente carácter para hacerla efectiva al administrar el destino de nuestro patrimonio cultural inmaterial y material y algo en lo que somos sobresalientes, es el ejercer los pareceres de los “expertos” en todo, que tenemos en la ciudad y no por los que son o deben ser, Cartagena es y seguirá siendo la más codiciada joya de la corona en el país y han existido injustas tensiones para detentar ese manejo, gestión o administración, sin darnos cuenta de cómo se opera desde el altiplano.

No desconocemos la sagacidad y la calidad de la propuesta muisca, o sea desde el Gobierno central, ellos no conciben que los destinos de la administración del patrimonio local nacional de los costeños sea manejado por nosotros. A nuestros argumentos, ellos los llaman regionalismo, aclarando lo que ha estado sucediendo con la administración de las fortificaciones de Cartagena, antes administradas por la SMP, entidad compuesta en su mayoría por cartageneros y después por un ente amarionetado y direccionado desde el Ministerio de Cultura en detrimento de su gestor natural, en derecho, establecido en el acuerdo 001 de 2003, el Instituto de Patrimonio y Cultura, creado en consonancia con la ley de distritos, concebido por el Concejo Distrital pero poco apoyado por la Alcaldía y con mínimo reconocimiento del Ministerio de Cultura.

Cualquier cosa era válida para disputarle la herencia legada al IPCC y darlo a otros entes, quitándole con hechos su origen; para ello había que descalcificarlo y  demostrar que no era una institución apta o idónea. Casi sin contar la verdad, en los últimos años no se han aplicado esas facultades legadas por leyes y que se hayan ejercido, constituyéndose una de las más grandes omisiones históricas. Lo cierto es que los monumentos están siendo manejados con un híbrido  distrito-nación contrario a lo contenido en la leyes, determinando la ausencia de una verdadera gestión, improvisando de paso en el destino de ese manejo de las fortificaciones y otros monumentos, hoy en manos de particulares, como el espacio monumental de uso público como plazas, calles y baluartes en manos de otras instituciones no facultadas para ello.

Nos queda un amargo sabor sobre lo que se viene con la administración del PEMP. En borradores se sugería al IPCC. Acaso sucederá lo mismo con ese montón de instituciones que detentan facultades que usurpan las del IPCC, que no le son legítimas. El panorama no es halagador para nuestro patrimonio y la institucionalidad, ¿entonces cerraremos al IPCC? Alcalde, nuestra visión de ciudad es de sano optimismo y le pedimos con gran respeto que fortalezca al  Instituto, darle al IPCC lo que es del IPCC y a Dios lo que es de Dios... no más “particulares” en lo monumental.

*Concejal de Cartagena - Partido Liberal Colombiano

protocolo@concejocartagena.gov.co

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