Columna


El precio del kwh

MIGUEL YANCES PEÑA

15 de junio de 2015 12:00 AM

El apagón eléctrico de 1992-93 fue el motivo para modificar la forma en que se prestaba el servicio, que pasó de ser prestado por empresas estatales verticalmente integradas, a serlo por empresas privadas escindidas en negocio por actividad. Se creó así un sistema en el que generación, transporte, distribución y comercialización, eran prestados por empresas independientes, no integradas verticalmente, y limitadas en la capacidad de mercado. Y estableció hasta donde fue posible cuatro áreas en las actores independientes se competían libremente.

Como el apagón se produjo por déficit de generación, la normatividad preferenció este negocio, en su base hidráulica primero y posteriormente térmica. En esencia se trataba que el sistema estimulara la construcción de embalses, y plantas térmicas, entre otras, mediante los beneficios económicos.Antioquia, líder indiscutible, logró acomodar la regulación en su beneficio.

Y lo logró; más nunca desde entonces se ha temido un apagón por déficit en generación. Pero nos quedamos con precios excesivamente altos. En 23 años transcurridos, el de la energía eléctrica ha pasado de costar $45 a casi $400 pesos el KWH; de los cuales el generador y el transportador (el otro negocio en el que Antioquia es dominante) se quedan con la mayor tajada.

Los distribuidores que cargan con la titánica tarea de llevar la energía a los hogares; optimizar las redes para garantizar la continuidad; evitar, o reducir -imposible eliminarlas del todo- los fraudes y pérdidas; son también el agente comercializador que recauda y paga al generador y al transportador, y se queda con la cartera. El Sistema no es justo con este eslabón de la cadena.

Como el diseño del sistema posee su propia señal de precios que evita la escasez, los frecuentes anuncios que las autoridades hacen de pronósticos de bajo régimen de lluvias (fenómeno del niño) disparan artificial y especulativamente los precios de la generación. No obstante cuando hay hidrologías altas, estos no bajan porque hay agentes que dominan el mercado, y porque los grandes consumidores -entre ellos los comercializadores- prefieren la comodidad y seguridad de comprar a precios altos, porque se los pueden trasladar al consumidor, que el riesgo de tratar de sacar provechoen el mercado.

Si queremos reducir el precio del KWH, condición necesaria para la competitividad, hay que empezar por vigilar el comportamiento de los precios en el mercado de generación, o bolsa de energía; revisar la regulación para corregir imperfecciones, y crear instrumentos de cobertura que haga atractivo asumir riesgo en la búsqueda de menores precios. Por el otro lado, eliminar, o reducir el porcentaje de ineficiencia en la compra de energía que los distribuidores comercializadores (las electrificadoras) pueden transferir al consumidor.

movilyances@gmail.com

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