Columna


El túnel

CARMELO DUEÑAS CASTELL

17 de febrero de 2016 12:00 AM

El Túnel, publicado por Ernesto Sábato hace más de 60 años, describe magistralmente la enfermiza relación de Juan Pablo, un pintor, con su esquiva amada, la única persona que entendió su pintura y a quien asesinó tras una dolorosa y enfermiza relación al darse cuenta de que mientras él iba por el oscuro y encerrado túnel de su vida, María había vivido y pertenecía “al mundo sin límites de los que no viven en túneles”.

Hace más de 2.600 años construyeron el túnel de Eupalino, a través del monte Kastro. Más de un kilómetro excavado para convertirlo en acueducto durante siglos y hoy es atracción turística y Patrimonio de la Humanidad.

Hace casi 200 años se construyó el túnel bajo el río Támesis, en Londres, el primero subacuático con un blindaje de protección. Rápidamente el túnel se transformó en atracción turística. Fue manejado por una compañía ferroviaria y hoy el túnel aún es útil. El túnel entre Manhattan y Nueva Jersey, debajo del río Hudson, fue construido hace casi 100 años. Los túneles surgen de la necesidad de vencer un obstáculo natural, una montaña, un río y/o para acortar distancias.

Supongo que los vecinos de Crespo participaron en la decisión de hacer el túnel y que libremente lo determinaron como la mejor opción para el barrio. Pero el túnel de Crespo no vence obstáculos ni acorta distancias. Aparentemente su beneficio era mantener la visión del hermoso paisaje marino que bordea el barrio. Si la idea inicial era conservacionista es incomprensible la agresión final de la loma construida como complemento del túnel. Es cierto, el túnel generó una ganancia secundaria, una amplia zona de protección al barrio de los embates del mar, pero, ¿a qué precio?

Decenas de ciudades turísticas tienen amplias avenidas bordeando la zona hotelera que la separan de la playa y el mar. Aunque lo ideal es que las vías estén lejos del mar, con frecuencia es imposible geográficamente. No por ello se han construido túneles. 

No quisiera calificar lo que pasó con el túnel de Crespo. Muchos expertos ya lo han dicho y los hechos hablan por sí solos: el túnel sigue retrasado e incumple cada fecha prevista para entregarlo. Las sesudas críticas de expertos hacen dudar de su viabilidad a mediano y largo plazo.

Es menester aprender del pasado y construir a futuro decisiones coherentes con una ciudad que debe estar abierta a la naturaleza, sin límites y no como hemos hecho con frecuencia, de espaldas al mar, encerrándola, deteriorándola, ocultando su belleza con horribles e incomprensibles lomas y enclaustrándola en oscuros túneles que como el mismo Sábato diría “...en todo caso, había un solo túnel, oscuro y solitario: el mío”.

crdc2001@gmail.com

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