Columna


Elección presidencial

JORGE TIRADO NAVARRO

12 de marzo de 2014 12:02 AM

Los resultados de las elecciones legislativas reafirman el liderazgo de Santos en la carrera presidencial. Es probable que continúe liderando las encuestas y que un lote de candidatos se mantenga con una intención de voto de entre 6 y 15 por ciento. El panorama electoral no tendría mayores cambios por varias razones:

Primera, los partidos de la coalición de gobierno obtuvieron unos 5 millones de votos (U, Liberal y CR), y si les suma el 50% de la votación del Partido Conservador, cuyos principales elegidos respaldan al Presidente, las fuerzas a su favor alcanzarían 6 millones de sufragios, triplicando la votación del Centro Democrático (CD). Además, hay un sector representativo de la Alianza Verde que no apoya a Peñalosa y que podría sumarse a Santos para consolidar la paz (le interesa a Navarro, Camilo Romero y Claudia López), a la vez que Santos tiene el músculo político para cosechar apoyos en Opción Ciudadana y el Mira. 

Segunda, la votación del CD se debe a que Uribe estaba en la contienda y a la estrategia publicitaria de enfocar todos los reflectores en él (para lo cual fue útil la lista cerrada), pero demuestra que su popularidad no es transferible, razón por la cual sus 2 millones de votos no son endosables a Óscar Iván Zuluaga.

Tercera, Santos tiene la suerte de que la oposición la conforman dos partidos en extremos ideológicos opuestos, lo que impide su unión: el CD y el Polo, por sus posturas ideológicas disímiles, no pueden sellar una alianza antireeleccionista. El CD se opone al proceso de paz, propende por los TLC, defiende el traslado de la prestación de servicios públicos a particulares, las exenciones tributarias y el libre mercado, mientras que el Polo apoya la paz negociada, aboga por la renegociación de los tratados suscritos y propone medidas proteccionistas para la agroindustria, al tiempo que defiende una economía estatista y regulada.

Cuarta, Vargas Lleras demostró que es el único vicepresidente con partido y votación propia: casi un millón de votos y 9 senadores lo convierten en el principal activo del presidente para ganar en primera vuelta, a la vez que su perfil de hombre fuerte será útil para neutralizar los ataques del CD.

Sin duda, el domingo nació una fuerza de derecha con el respaldo de 14% del electorado, mientras que las fuerzas gobiernistas sobrepasaron el 40% de los votos depositados. Lo anterior corrobora el favoritismo del Presidente y confirma que la única amenaza a su reelección estaría en la desconexión con sectores poblacionales que le han impedido superar el 30% de intención de voto, lo cual podría llevarlo a una incómoda segunda vuelta.

*Abogado y Filósofo

tiradojorge@hotmail.com

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