Columna


Elecciones: ¿Ganarán las mafias?

ALCIDES ARRIETA MEZA

22 de octubre de 2015 12:00 AM

Las ilusiones, hermosas utopías que se construyen en la universidad de la vida, en la escuela, en el esfuerzo autodidáctico, en el saber social, en la interioridad del saber ancestral de las etnias negras e indígenas, serán siempre una guía para interpretar el pasado, guía del presente y el futuro,  generadores de sueños, que algún día se convertirán en realidades. Lo importante, no es renunciar a ellos, por dura y complicada que parezca la realidad, por cuanto toda crisis, es el anuncio de cambios. El por-venir y el progreso, son casi todas las veces resultado de las crisis.

El saber social, el sentido común y la educación en todas sus formas tienen la mágica virtud de  convertirnos en agentes de cambio, por ello, recuerdo como si fuera ayer, la tesis de grado presentada por un grupo de estudiantes, entre ellos mi persona, para la Escuela Superior de Administración Pública, titulada, “Las campañas políticas, como factores de corrupción presupuestal”, trabajo realizado para obtener la titulación en alta gerencia pública en dicha institución. Esa tesis fue el retrato de tan dramática realidad.

En ese  escrito, de la mano de mis profesores y asesores, fotografiamos el Estado de ayer, que sigue  siendo el país de hoy. Algunas recomendaciones presentamos en ese ensayo, sugerimos la financiación de las campañas por parte del Estado, para evitar injerencias de dineros privados, en las campañas electorales, como fórmula que podría, garantizar igualdad de oportunidades políticas.

El escrito debe estar pernoctando desde 1994, en algún olvidado archivo, como supongo, estarán muchas valiosas investigaciones que han tenido por objeto, presentar realidades diagnósticas  y realizar recomendaciones para transformar  el actual estado de cosas en nuestro país, estudios que a la fecha de hoy, no pierden su vigencia, sobre todo, porque  las cosas en Colombia, van de mal en peor.

La compra venta del poder, es una realidad en Colombia, por parte de los “superpoderosos”  como los denominó el portal La Silla Vacía, ellos  y actores políticos similares resultarán vencedores en las elecciones del 25 de Octubre, a menos que ocurra algunas sorpresas.

Estos los superpoderosos  y actores “podríticos” similares, están muy cómodos con el actual sistema electoral, con el analfabetismo funcional y las condiciones de miseria, pobreza de gran parte de la sociedad colombiana, por ello, se han constituido en las primeras fuerzas políticas en Colombia, de la mano del dinero de todos los colombianos, los impuestos, a través de “licitaciones públicas”, carruseles de contratación entre otras formas delictivas. Claro, tienen mucha plata, para comprarlo todo.

Esta realidad ha hecho que nuestro país, por cuenta de los dueños del Estado, Colombia, siga siendo no solo uno de los países más desiguales y corruptos del continente, sino también el cuarto, más ingobernable del mundo, según Bloomberg, superado por la zona de Siria-Irak y el Estado Islámico en la frontera de Afganistán-Pakistán y la República Centroafricana.

El problema de la corrupción en el Estado, no es nueva, solo que se ha profundizado, mal, que comenzó con la corrupción politiquera, por ello, comparto la visión editorial de varias columnistas nacionales, que el 18 de Octubre de 2015, afirmaron: María Jimena Duzán en la revista Semana: “Gane quien gane en estas elecciones del 25 de octubre, pierde el país. Esa es la triste verdad que se esconde detrás de estos comicios en los que el gran triunfador no será ni la paz ni la reconciliación, sino la política rastrera que apela a las actuaciones más innobles y a los procedimientos más despreciables para conseguir el poder”. En ese mismo sentido, Salud Hernández-Mora, escribió en El Tiempo: “Por Dios, no los voten. Con ese sistema corrupto, las campañas se encarecen, y luego roban para recuperar lo invertido. El sistema electoral  y sus actores garantiza con fraude incluido, el tiempo de los mismos factor clave de las elecciones será el mismo que en 2011 y en comicios anteriores: el billete. No solo es culpa de los candidatos torcidos. También, de líderes de barrio y veredas”. Para el portal Las Dos orillas, John F. Galindo sostuvo: “El fantasma de las elecciones: Saldré a caminar durante las elecciones del 25, para reírme de tanta basura, de tanto de lo mismo, para soñar con un futuro inexistente a presenciar en directo la podredumbre que a su paso deja la eterna campaña electoral de este país”.

Colombia tiene remedio, la Fiscalía General de la Nación, el Consejo Nacional Electoral, la Policía Nacional, el Nuevo Consejo Nacional electoral, han comenzado a actuar contra la corrupción electoral desde luego, requieren el apoyo de la ciudadanía y de los medios de comunicación

La ciudadanía también ha comenzado a reaccionar, la esperanza de cambio sigue viva, por ello es necesario promover la reforma del actual y fraudulento sistema electoral, institucionalizar la igualdad de oportunidades políticas, impulsar la educación política, empoderar la ética social, para que los combos electorales, la compra venta del voto, sean cosa del pasado  y  sean reemplazados los lideres torcidos y las mafias electorales. Entonces el Estado y la sociedad estarán en mejores manos, por gente de bien que hayan escogido el interés general, el bien común  y la ética, como centro de las acciones de gobierno.

Adenda: Animo a quienes aún  con grandes dificultades enfrentan a las mafias. No se rindan. Éxitos.

Profesor alcidesarrieta.

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