Columna


Electricaribe, estado y usuarios

VIVIAN ELJAIEK JUAN

04 de julio de 2015 12:00 AM

El papel de la empresa es hacer todas las inversiones para garantizar un servicio estable; el de los usuarios es pagar oportunamente...

Por estos días vemos en todas las redes y medios de comunicación el nombre de Electricaribe, pues varios alcaldes, gobernadores y congresistas de la costa, en apoyo a sus comunidades, han salido públicamente a protestar por lo que consideran un mal servicio de energía.

Es innegable que el servicio que presta Electricaribe es deficiente. Así lo ha dicho la propia empresa en los medios de comunicación. Ahora bien, el asunto no es seguir diciendo lo que ya todos dicen y conocemos, sino generar una reflexión en torno al porqué de esta situación.

La empresa que presta el servicio ha mostrado públicamente en su defensa, una cartera que supera los 1,4 billones de pesos y unas pérdidas anuales por robo de energía que superan los 200 mil millones de pesos. Dice que de cada 100 clientes, 40 no pagan, y que uno de cada dos usuarios requieren ayuda del Estado para pagar el servicio. Sumado a lo anterior, informó que el sector oficial, que es el primero que ha salido a protestar, le adeuda a Electricaribe 119 mil millones de pesos, que se concentran en el no pago de la energía de acueductos, hospitales, alumbrados públicos, etc.

También manifiestan que las comunidades no permiten modernizar la red porque se niegan a que les cambien los medidores y sistemas que harán más confiable el servicio, por miedo a posibles aumentos en la facturación, y porque en muchas ocasiones son sistemas que dificultan las conexiones irregulares que tanto se ven en la ciudad, y tantas vidas nos han costado.

Este primer panorama nos muestra que Electricaribe no es el único responsable del deficiente servicio que tenemos. El buen servicio de energía comprende y depende de tres: empresa, Estado y usuarios, si alguno llega a fallar el sistema se cae.

El papel de la empresa es hacer todas las inversiones para garantizar un servicio estable; el de los usuarios es pagar oportunamente, así como permitir que se hagan los trabajos de modernizar las redes, y el del Estado, además de pagar como usuario del servicio, es hacer todo lo que sea necesario para cubrir con subsidios a esa gran franja de la población de la Costa Caribe que no tiene con qué pagar el servicio.

Al final de cuentas no nos hace bien alzar la voz para decir “todos contra Electricaribe”, cuando deberíamos gritar, “todos por un mejor servicio de energía”.  Cada uno debe asumir el rol que le corresponde y ayudar a empujar para que las obras se hagan, dejando a un lado el sofisma de distracción de si debe acabarse Electricaribe, como algunos proponen, cuando las causas del problema seguirán siendo las mismas, y en los próximos años estaremos reclamando el mismo mal servicio, solo que a una empresa con un nombre diferente.

veljaiek@andi.com.co

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