Columna


En blanco

CARLOS VILLALBA BUSTILLO

25 de mayo de 2014 12:02 AM

No tengo otra alternativa que votar en blanco después de lo sucedido en este festín de golpes bajos que enfrentó los odios feroces de un ex presidente con las dobleces deprimentes del presidente candidato, a ciencia y paciencia de un país que se solaza más en las arenas del circo de lo que se preocupa por los peligros de su drama social y la amenaza de sus brechas económicas. Ese fue el epílogo de la lóbrega escenografía de nuestra contienda presidencial.

Cómo no comprender las proporciones de una abstención que se multiplica de certamen en certamen, y ni manera de hacer entender a los abstencionistas que su desánimo contribuye a sostener la pornografía sin interludios en que terminó convertida la política colombiana.Con el voto en blanco se corroboraría, aunque no hay solución institucional que la sancione, la falta de legitimidad de gobiernos y congresos elegidos sin apoyo de mayorías que no votan por asco.

En las aguas podridas flotan a veces trocitos de esperanza que pueden servir para purificarlas. Las legitimidades precarias no deben combatirse con apremios al elector, como el voto obligatorio, sino con normas eficientes para rescatar la indispensable validez del poder, dotándolo de mandatos inexpugnables. Somos una democracia manipulada por actores políticos sin respaldo consistente, sostenidos, paradójicamente, por la preeminencia del voto que se transa en la bolsa negra del tráfico electoral.

Si no estrechamos el círculo de las liberalidades a los señuelos caudillistas, el promeserismo populista y el turismo de los políticos por los partidos viejos y nuevos, cada cuatro años repetiremos, si aparte de todo no se deroga la reelección, este sainete de agravios irresponsables, falacias impúdicas y crímenes tecnológicos de inspirador conocido. Seguimos urgidos de anteponer los fines superiores del Estado al imperio de la mezquindad.

Tuvo que ser un extranjeroel que se curara en salud para que no le cayera el agua sucia que mojó a los presos y asilados del uribismo. Aseguró una evidencia y preparó su defensa de la seguidilla farsesca de un ex mandatario "sordociego" que nunca vio ni oyó nada de los engendros de su gobierno.Veamos si vuelven a salir de su "Oráculo manual" órdenes como las que sacrificaron al comando suicida integrado por María del Pilar Hurtado, Bernardo Moreno, el doctor Ternura, Andrés Felipe Arias, Jorge Noguera,Carlos Albornozy ahora Hoyos y Zuluaga.

En últimas, dos flecheros egregios, uno montaraz yotro refinado, se pelean"el bastón de magistrado para usarlo como burda cachiporra". El segundo,para él; el primero, para su fiel"valet" de cámara.
*Columnista

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