El nombre de la columna, corresponde, a María Jimena Duzán, Rudolf Hommes, y al senador, Iván Duque Escobar, que relacionan conductas y actos realizados por actores estatales y privados. Vagabundos, llamados alcaldes, gobernadores, contratistas, interventores, entre tantos, que se sirven y se enriquecen en su paso por el Estado colombiano, incluidos, municipios y departamentos. Ellos, la titularon, “Ser Pillo Paga.”
El ser “Pillo Paga", tuvo desempeño en Bogotá, Distrito Capital, hechos que por fortuna, fueron sancionados con la intervención de una fiscalía activa y comprometida.
En Montería, la Contraloría General de la Nación, descubrió el cartel de la hemofilia, en donde la gobernación de Córdoba, pagó por casi tres años, una suma cercana a los 50 mil millones de pesos, a centros médicos por suministrar medicinas a pacientes inexistentes, dirigidos por una Red criminal, expertos en apropiarse de los dineros públicos (publica el periódico EL TIEMPO).
El ser “Pillo Paga”, salpica al mismo Ministerio de Educación Nacional, que según el portal Las Dos Orillas, contrató millonaria publicidad para volver ‘Ser Pilo paga’ programa estrella de Gina Parody, y que según el observatorio de la universidad Colombiana, el programa, ha sido una lotería para las universidades privadas, que cobran el valor pleno de la matrícula y no tienen compromiso diferente o especial de lo que siempre hacen.
En Cartagena, el ser “Pillo Paga", es histórica conducta de una parte de funcionarios Distritales, muchos enriquecidos con el presupuesto público y envalentonados por la inercia de los organismos de control, con quienes parece que haya habido una pacífica y delictiva convivencia.
El ser “Pillo Paga”, algún día podría ser cosa del pasado, sobre todo, si la sociedad civil, las organizaciones sociales, y los organismos de control, cumplieran eficazmente su papel, mediante, la puesta en práctica de una política pública en tal sentido, que le de sostenibilidad a la persecución del fenómeno.
En ese orden, sería necesario fortalecer los controles estatales, dotarlos de instrumentos, personal y recursos, en todas las regiones, por cuanto, la corrupción es problema estructural, de raíces profundas, que tiene fuertes alianzas público privadas.
En ese sentido el control social debe ser apoyado por los organismos de control y debe ser dotado de herramientas y mecanismos, que permitan la intervención estructural de la corrupción. El control social debe tener respaldo institucional y de los dientes necesarios para que sean verdaderos supervisores sociales de la gestión y los recursos públicos.
El periodismo investigativo y los medios de comunicación, juegan un papel fundamental, en esta batalla contra el saqueo, pillaje y malversación de la plata pública, para que los pícaros que infiltran el Estado, sean sancionados legal, patrimonial y socialmente.
La idea, es apenas una propuesta, que creemos debe empezar a discutirse, con actores estatales, económicos y sociales, por cuanto, la lucha contra la corrupción, debe ser un compromiso de todos.
Adenda : Mi humilde respaldo y solidaridad a periodistas como Alvaro Anaya Díaz, en su programa después de las noticias, Raimundo Navas, “La palabra, a, Alfredo Fabro Ramos, “Set el noticiero, trasmitido por emisoras fuentes, a la sociedad de Arquitectos de Bolívar, a ACIEM Bolívar, a la Red de veeduría Ciudadana y otras personas y organizaciones que han venido destapando ollas podridas en esta ciudad y el Departamento de Bolívar.
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