Columna


Entre derecho y moral

JORGE TIRADO NAVARRO

08 de diciembre de 2015 12:00 AM

El gobierno y los jueces han tomado decisiones controversiales que dividen a la sociedad y a la opinión pública. La Corte Constitucional aprobó la adopción por parejas del mismo sexo, y el Gobierno reglamentó la eutanasia atendiendo una decisión de la Corte, al tiempo que legalizó la marihuana con fines medicinales.

No me ocuparé de si las decisiones son correctas o convenientes, sino de los efectos que esas medidas pueden tener sobre la moral de una sociedad. Las medidas causan revuelo, pues se enfrentan a una concepción tradicional de familia, a creencias que abogan por una protección irrestricta de la vida que impide a un individuo disponer de ella, y a la opinión de que cualquier uso de drogas alucinógenas debe estar prohibido por su efecto perjudicial sobre la mente y el cuerpo humanos.

Hay preguntas que trasnochan a la filosofía del derecho: ¿tienen las normas y los fallos la potencialidad de transformar la moral de un grupo social? ¿Pueden esas decisiones que protegen a los homosexuales, que reivindican el derecho a la eutanasia fundado en la dignidad humana, y defienden la marihuana para aliviar el dolor, modificar los códigos de conducta de sectores poblacionales opuestos a esas posturas?

La respuesta intuitiva es negativa: la moral de las personas no se altera con solo expedir una ley ni depende de una decisión judicial, pues los criterios éticos obedecen a la costumbre social (arraigada y a veces inconsciente), siendo la moral inmune a los cambios en el sistema legal.

Sin embargo, la costumbre, sobre la que se cimenta la moral, puede tener cambios graduales ocasionados por acciones de las autoridades que generan incentivos para actuar (y pensar) de una manera distinta, así como para valorar y otorgarle un nuevo significado a ciertos actos. Así, la decisión de un juez de proteger a una pareja homosexual puede crear incentivos en quienes se oponen a esas uniones, para entender que nadie debe ser discriminado por su orientación sexual.

Quienes se oponen a la medida podrían cuestionarse si deben persistir en una posición moral contraria al orden jurídico, y percibir que la ley reprueba y dificulta los actos discriminatorios del pasado, dándose una modificación progresiva de la moral social. Así, el derecho puede mejorar la moral, sirviendo de instrumento para pulverizar prejuicios y avanzar hacia una sociedad de iguales.

El derecho incide en los cambios morales de una comunidad. Por eso superar la esclavitud, la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, y proteger los derechos de las minorías requirió no sólo arduas protestas y luchas sociales, sino también cambios legales significativos.

tiradojorge@hotmail.com

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