En su informe anual sobre el desarrollo, el Banco Mundial insiste en diferenciar escolarización y aprendizaje. Para el organismo, no basta con que los niños asistan a la escuela, el acento debe ponerse en las habilidades y el aprendizaje.
El informe identifica tres aspectos asociados a la crisis del aprendizaje: i) resultados poco satisfactorios; ii) escuelas que fallan a sus estudiantes (niños poco preparados para aprender, docentes poco cualificados y desmotivados, e insumos escolares sin efecto sobre la enseñanza o el aprendizaje); y, iii) sistemas educativos que incumplen a las escuelas, en tanto las dificultades técnicas y los procesos políticos distraen la atención de los verdaderos protagonistas.
El Caribe colombiano no ha superado esta crisis. Según el Instituto Colombiano para la Evaluación de la Educación, el porcentaje de estudiantes de 5° de primaria con desempeño deseable es tan sólo del 35% en lenguaje y 28% en matemáticas. Los resultados son peores en escuelas oficiales, donde apenas 29% y 23% de los educandos logra estos niveles deseables en lenguaje y matemáticas. En las zonas rurales de la región la situación es más crítica.
Podemos identificar parte del problema: según el DANE, en 2016 sólo dos de cada 10 docentes en la región tenían formación de posgrado, mientras que 14% tenía bachillerato como máximo nivel educativo alcanzado. El rezago se observa también en los “insumos”: 83% de las escuelas oficiales no accede a electricidad, menos del 50% tiene conexión a Internet y aún 11% no tiene equipos de cómputo.
Para responder a esta problemática, el Banco propone tres estrategias. Primera, conocer más sobre el nivel de aprendizaje para que la mejora sea una meta formal y cuantificable. Segundo, que el diseño de la política pública educativa se base en la evidencia. Y la tercera, hacer coaliciones y articular actores para que se priorice el aprendizaje.
Este tipo de estrategias requiere analizar antes los componentes del sistema educativo regional y su interacción para que la información sea útil y facilite las condiciones de calidad educativa.
En la Costa han surgido iniciativas tendientes a cerrar la brecha entre escolarización y aprendizaje. En Barranquilla se procura fortalecer las competencias básicas de los alumnos en razonamiento cuantitativo y lectura crítica. También se destaca en Cartagena el fortalecimiento de la planificación estratégica con el Plan Maestro de Educación 2017 – 2033.
Sin embargo, quedan barreras que superar si queremos lograr que los estudiantes acumulen capital humano a través de su escolarización.
avillarraga@uninorte.edu.co
Comentarios ()