En la presentación del nuevo estatuto aduanero del país, el Presidente Santos lo identificó como la herramienta que transformará el comercio exterior con mecanismos para facilitar las operaciones, aumentando la competitividad de las empresas que juegan limpio. Ojalá este pronóstico se cumpla porque necesitamos superar los escollos que las instituciones imponen al comercio exterior del país.
Un trabajo elaborado por Jorge García, María Mercedes Collazos y Enrique Montes (“Las instituciones en el comercio exterior: ¿un apoyo o un escollo?”), aporta evidencia sobre los altos costos que introducen las decisiones fragmentadas de la política comercial y la baja calidad de las entidades que las ejecutan.
El estudio muestra que en los indicadores de gobernabilidad del Banco Mundial, Colombia no sale bien librada en efectividad institucional, calidad regulatoria, acatamiento de las normas y control de corrupción. Además, en el índice de desempeño logístico, ocupa el puesto 97 entre 160 países.
Los autores encuestaron a personas vinculadas al comercio exterior para evaluar la coordinación institucional y la calidad y transparencia regulatoria. El 35% de los encuestados opinó que la coordinación es baja y más del 80% consideró que la falta de coordinación impacta el comercio exterior.
Del número de días que toma realizar una actividad de comercio exterior, los permisos y autorizaciones pueden representar el 23% en las importaciones y 15% en las exportaciones. Las inspecciones suelen representar el 16% en las primeras y 21% en las segundas. Por su parte, la logística es la que más tiempo ocupa: aproximadamente la mitad de los días está en este proceso. Finalmente, transportar mercancía entre los puertos y Bogotá suele representar un 10% del tiempo.
La tramitología termina beneficiando a unos pocos. Por ejemplo, las compras en el exterior son controladas por un grupo pequeño de importadores. El 2% de estos responden por el 70% del valor importado. En promedio, cada importador tiene un mercado no despreciable de unos 6,3 millones de dólares al año. El negocio del poder del trámite no es nada despreciable.
Las acciones para mejorar la política comercial y su ejecución son requeridas en el país. Por el bien de todos, esperemos que el nuevo estatuto aduanero ayude a superar los escollos al comercio exterior.
jbonetmo@banrep.gov.co
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