Columna


Flujos de potencia

MIGUEL YANCES PEÑA

04 de febrero de 2013 12:00 AM

MIGUEL YANCES PEÑA

04 de febrero de 2013 12:00 AM

Potencia y energía son dos conceptos que siendo diferentes se usan como sinónimo: en el cuerpo humano, potencia es fuerza, energía es resistencia. Los equipos eléctricos requieren de potencia (Kw) para poder funcionar, y en la medida que se mantienen funcionando consumen energía (Kwh), que es lo que facturan las empresas.En teoría al menos, se podría transportar cualquier cantidad de energía a una rata baja de potencia, por ejemplo cuando se almacena en una batería; o a una rata más alta, en cuyo caso la batería se cargaría más rápido. Pero en su funcionamiento los equipos requieren potencia, si no, no funcionan. Un concepto adicional, es que a mayor voltaje (Kv) se requieren conductores de menor diámetro (más económicos y livianos) hay menor calentamiento y menores pérdidas, y por lo tanto mayor capacidad de trasporte de potencia.
Estos tres conceptos nos sirven para entender que la línea eléctrica a 220 mil voltios (Kv) que construye ISA, y que interconectará la subestación Bolívar (en Santa Rosa) con la subestación Bosque (en Cartagena), es sólo un pañito de aguas tibias que aliviará el flujo en algunas de las líneas del anillo que transporta a 66 mil voltios, la potencia al resto de subestaciones, pero no resuelve el problema de atención de la demanda creciente de los usuarios conectados a ellas, porque para un mayor transporte de potencia al voltaje actual, se requerirían conductores de mayor diámetro, más pesados, y estructuras más fuertes para sostenerlos.
¿Por qué, se preguntarán todos, el sistema eléctrico de Cartagena utiliza el voltaje de 66 mil y no de 110 mil voltios en su anillo de distribución, si el segundo aventaja en todo al primero? Por falta de planeación (el sistema creció como las construcciones en los barrios de invasión) y de visión –un mal endémico de nuestros dirigentes.
Y también –en parte- por problemas de costos: las torres para soportar las líneas de 110 mil voltios tienen que ser más altas, y los aisladores más largos. Igualmente las subestaciones mejor aisladas y por lo tanto más costosas.
No es el propósito de esta columna ir al detalle de comparar costos y beneficios: alguien debió hacer esa tarea en su momento. No obstante, ya no es un problema de optimizar soluciones, sino de adoptar la única posible: el anillo se debe reconstruir a 110 mil voltios, posiblemente rediseñando algunas de las estructuras actuales: esta es la inversión que tiene que acometer Electricaribe.
Por ahora, logró interesar a ISA en la conexión a 220, lo que le da un respiro, pero a corto plazo tendrá que asumir esa responsabilidad. Las subestaciones actuales no son problema porque desde que se comenzó a planear la expansión eléctrica (de Gedeón para acá) fueron adquiridas para soportar este nivel de voltaje (se sub utilizan tensionándolas a 66 mil voltios). Parece que la señal económica ideada por la CREG no está pegando duro, y ahí habrá que hacer algo. O tal vez el gobierno central, que tiene una apreciable participación accionaria en la empresa, tendrá que aumentarla desarrollando este proyecto.
Así podría pasar de segundón a accionista mayoritario, y dejar a Unión Fenosa de operador, el modelo que propone Jorge Mendoza, y que tan buen resultado ha dado en Acuacar.

*Ing. Electrónico, MBA, pensionado Electricaribe

movilyances@gmail.com

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