Columna


Formación ciudadana, un asunto de estado

BERNARDO ROMERO PARRA

23 de agosto de 2017 12:00 AM

En las pasadas elecciones del 2015 en Cartagena, el censo electoral fue de 722.004 ciudadanos de los cuales sufragaron 339.484, correspondientes al 47%; la mayoría, el 53%, se abstuvo de votar, dejando a las minorías la responsabilidad más importante para un ciudadano en el sistema democrático, y es elegir a sus gobernantes a quienes se transfiere el poder público, luego surge el interrogante de por qué ese número de conciudadanos no participa en esa toma de decisiones colectiva.

Uno de los elementos que causa esa situación puede ser que en Colombia, a pesar que en la Constitución de 1991 se estableció entre los fines esenciales del Estado facilitar la participación de todos en las decisiones que los afectan y en la vida económica, política, administrativa y cultural de la nación, no se instituyo, ni se le atribuyo directamente a ninguna institución que para conseguir esos resultados se debía ejecutar un plan permanente de formación a la población en competencias ciudadanas que entregara conocimientos básicos para el ejercicio de derechos y el cumplimiento de deberes que corresponden a todos los nacidos en esta nación.

Por eso encontramos en todos los estratos sociales a personas que ignoran que en nuestro país, la soberanía reside en el pueblo, del cual emana el poder público y que la ejercemos de forma directa a través del voto o por medio de representantes que elegimos en corporaciones públicas o a cargos uninominales.

La formación en competencias ciudadanas es necesaria si queremos que los coterráneos actúen con responsabilidad al sufragar por un candidato, o sea mayor la intervención de las comunidades en resolver sus problemas, dejando atrás la indiferencia e irresponsabilidad que ha hecho que a los cargos y corporaciones de elección popular lleguen personajes sin la vocación ni el compromiso para cumplir con el propósito superior de mejorar las condiciones de vida de la población a través de la gestión, inversión y ejecuciones de la administración pública.

En todas las instituciones de educación, públicas o privadas, se debería iniciar la práctica educativa que oriente a docentes y padres de familia para que acompañen al estudiante en su formación como ciudadano, de igual forma los medios de comunicación deben hacer campañas cívicas para que la población adopte nuevos y mejores comportamientos ante sus deberes de participación ciudadana.

coequipo@gmail.com

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