Columna


Fotomultas: ¿sólo un gran negocio?

ALCIDES ARRIETA MEZA

08 de agosto de 2013 05:29 PM

A menudo en Colombia, Cartagena no es la excepción. Un grupo de personas legalizan sus ambiciones so pretexto de la defensa del interés general, la seguridad pública, la vida o facilitar la movilidad, para ello se inventan leyes, políticas públicas y acciones de gobierno, que en el papel, suenan bien intencionadas, justas y necesarias, pero que muchas veces tienen nombres propios y obscuros intereses.
La fotomulta, nombre con el cual esquilman a propietarios y conductores de vehículos, se presentan como fórmula para proteger la vida, la integridad personal, del conductor, del peatón y de la comunidad en general mediante la prevención de accidentes, hasta allí, todo suena bien.
La ley que la autoriza luce loable, pero no, estas normas es muy probable que estuvieren precedida de intereses mezquinos, perfecto disfraz para ocultar el afán excesivo de conseguir  riqueza fácil, mediante la implementación tramposa de mecanismos como las fotomultas.
Colombia, que no se caracteriza por ser un país de santos, por ello me temo que la Ley que consagró la fotomultas no tenían como finalidad la prevención de accidentes, sino la puesta en marcha de un vulgar y avaro negocio.
Esto porque la finalidad preventiva y la pedagogía social es nula porque una vez implementada, se está imponiendo un “tramoyero “ sistema que solo busca sacar el dinero obtenido producto del trabajo a las familias colombianas, en las personas de los propietarios y conductores de vehículos en general, síntoma indicativo de la falta de ética de nuestros hombres de Estado, por cuanto solo así se explica que en ciudades como Barranquilla y Medellín, la medida no cobije a quién se pase el semáforo en rojo, sino a quienes no reduzcan la velocidad, frente a estratégicas señales colocadas cuidadosamente  para generar  infracciones.
La revista Semana trató el tema y se preguntó si este sistema educa a los conductores y le pone coto al desorden, o es un control poco efectivo para mejorar la movilidad, y encontró que el sistema se montó sobre análisis financiero, para la ciudad de Medellín, en donde calcularon que para los meses de abril y diciembre del año pasado se iban emitir un millón de multas, que implicaba multar a un vehículo mínimo cinco veces al año, dado que en Medellín se encontraba a esa fecha 200 mil vehículos matriculados.
El Estado colombiano está lleno de muchos avivatos, que solo piensan en hacer negociados, en nombre de la Ley, en detrimento de toda la comunidad, so pretexto de defenderla, en fin, las mafias de la contratación y las pandillas en los gobiernos están por todas partes, por lo que creo que parte de la solución es emprender un proceso de depuración en el Estado colombiano, y desde luego promover la organización y altivez de la sociedad civil  para rechazar este tipo de medidas.
Profesor y abogado .alcidesarrieta77@yahoo.es

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