Columna


Golpes blandos

DARÍO MORÓN DÍAZ

21 de marzo de 2015 12:00 AM

Gene Sharpes, profesor de la Universidad de Massachusetts, fundador y director del Instituto Albert Einstein, sociedad que impulsa la estrategia de los “Golpes blandos” en la era moderna, ese es el nuevo instrumento de combate de la derecha. Esa táctica es aplicada en aquellos países donde hay regímenes que no son de la simpatía  de los seguidores de tal ideología. Los Golpes blandos comienzan con protestas públicas, dirigidas por los miembros de la cofradía, las aplican hasta desestabilizar el gobierno de turno. De esa guisa promueven el malestar, la inseguridad, inclusive la manipulación del dólar, los paros patronales y denuncian la corrupción oficial. Propician la propaganda anticomunista o antipopulista, se proclaman defensores a ultranza de la libertad de prensa, de los derechos humanos y las libertades públicas. Un elemento esencial para el buen suceso de la estrategia de los Golpes blandos está basado en la información mediática, en la televisión, donde las imágenes son repetitivas para descalificar, amén de las campañas de prensa con informaciones que no son verificadas aun en los medios internacionales con fotografías de protestas para efectos de propaganda.

Todo dirigido a crear ante la opinión un clima conveniente para una intervención “humanitaria”. Cualquier observador perspicaz estudioso de los fenómenos políticos mundiales percibe que eso es lo que ocurre en los países con conflictos, donde se implementan una tras otra las etapas de la estrategia.

La Institución de Gene Sharp participó en las revueltas de colores: la naranja en Ucrania, en la primavera árabe en Egipto, Libia y Siria, intervenciones extranjeras disfrazadas de guerra civil. A Libia la OTAN la bombardeó durante meses, finalmente entregó el gobierno a Al Qaeda. Siria se salvó de las bombas de la OTAN debido a la indiferencia de Gran Bretaña, al veto de Vladimir Putin y de China en el Consejo de Seguridad. Hugo Chávez fue víctima en el año 2002 de un Golpe blando pero logró abortarlo debido al apoyo popular que tenía. En Venezuela, en el año 2014, organizaron las “guarimbas” en Caracas y otras ciudades. En Argentina la mandataria Cristina Kirchner recibe la vacuna de la estrategia de Sharp, parece que  Brasil también está en la mira de un Golpe blando contra la mandataria Dilma Dusseff.

Sharp bautizó abusivamente su Instituto con el nombre del sabio judío Albert Einstein, después de su muerte. Einstein siempre estuvo en contra de la violencia. “Las técnicas del Golpe de Estado” descritas por Curzio Malaparte aparecen obsoletas ante las de Gene Sharp.
 

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