Columna


“Guten Tag, Ramón”

RICARDO VÉLEZ PAREJA

17 de noviembre de 2014 12:02 AM

Sorprendente por decir lo menos es la historia que narra el director mexicano Jorge Ramírez Suárez que cuenta cómo un mexicano que había intentado varias veces ingresar a Estados Unidos, el supuesto “paraíso” del norte con la esperanza de lograrlo y después recibe una invitación para viajar a Alemania en donde unos parientes lejanos lo esperan con los brazos abiertos. Llegar a Europa era su imperativo y específicamente a ese gran país ahora es Alemania ya unificada después de la integración de la República Democrática de Alemania (RDA) y la Alemania Federal que se había generado por allá a finales de los años ochenta, cuando derrumbaron el oprobioso Muro de Berlín, enterrando las ilusiones comunistas que quedaron precisamente en eso: fracasados experimentos socializantes influidos por la política “nuevamente imperial” de la antigua URSS comunista en esos momentos.

Llegar a Europa era lo máximo para Ramón - el personaje central de esta película - porque allá lo iba a recibir una vieja amiga de su madre que le brindaría calor humano. Y así fue conociendo a la vieja amiga, quien le preguntó por su madre y la familia toda interpretando casi que con gestos y signos porque desconocía el idioma alemán. Con el tiempo se dio cuenta que el mejor lenguaje, el más universal es el de la solidaridad, la misma que le brindaron en ese país extraño para él.

Él lograba comunicarse con ese idioma universal que es el amor, el servicio a los demás y obviamente lo ayuda mucho su soltura, su alegría y especialmente su entrega solidaria y su capacidad de baile permanente.

Su permanente espíritu jacarandoso, su esfuerzo para aprender algunas palabras en alemán, su espíritu de ayudar, de servir y sensibilizar a todos los que le rodeaban fue ganándose el cariño de las personas que lo rodeaban y Ramón daba de manera permanente mensaje de servicio, de solidaridad, mensaje de amor y alegría permanente que logró transmitir con su humildad y sus constantes detalles de afecto, de solidaridad y de ayuda permanente a los demás.

Ramón se convirtió en un verdadero espíritu de alegría, de servicio y de humanismo para con todos y a todos les trasmite - sin querer queriendo - el amor, la alegría y la solidaridad que son los mensajes esenciales de su experiencia vital y todo ello, inspira a sus nuevas amistades, su parentela y nueva familia en Europa y cuando regresa a México hasta en ese país, continuó recibiendo herencias y regalos de esos seres que fueron tocados por el espíritu amoroso de este personaje inolvidable y entrañable por su maravillosa sencillez y espontaneidad que fluye en esta hermosa película recién estrenada.

rvelezpareja@yahoo.com.co

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