Hace 75 años, el 1 de septiembre de 1939, 62 divisiones alemanas, apoyadas por 1.300 aviones, invadieron a Polonia. Este fue el inicio de la II Guerra Mundial, el más grande conflicto de la historia, que dejó como secuela más de 55 millones de muertos. La decisión de Hitler de invadir Polonia fue un golpe de dados, ya que Alemania, no estaba preparada para una guerra global, en la cual, como se demostraría posteriormente, se involucrarían como sus contendores, entre otras naciones, Inglaterra, Francia y posteriormente en 1941, Estados Unidos y Rusia. Algunos generales alemanes le pidieron a Hitler cautela y que esperara hasta 1943, cuando estuvieran mejor preparados para luchar contra todas las potencias occidentales, sin embargo el dictador no oyó sus consejos
El ejército alemán arrasó a Polonia por el oeste y Stalin, aliado momentáneo de los nazis, invadió a Polonia por el este, en virtud de un pacto inmoral que firmó con Hitler, quien 18 meses después le devolvió el “favor” invadiendo a Rusia.
Esta invasión a Polonia, fue casi una marcha triunfal, la prueba es que el 27 de septiembre, este país ya no existía, ya que su territorio se lo habían repartido como un pollo despresado, Hitler y Stalin, los dos dictadores gánsteres del siglo XX. No obstante, a pesar de este triunfo, Hitler en vez de estar alegre estaba nervioso porque Inglaterra y Francia condenaron la agresión imperialista de los nazis. Una anécdota así lo confirma. El 3 de septiembre, el embajador inglés Henderson, se presentó al despacho de Ribbentrop, Ministro de Asuntos Exteriores alemán y le entregó un ultimátum, en el cual decía que: “A menos que a las 11 A.M Alemania se retire de Polonia, un estado de guerra estallaría entre los dos países”.
En ese momento se puede decir que estalló la II Guerra. Hitler, había hecho una excesiva apuesta política y militar y se la jugó en un golpe de dados, desoyendo el consejo de sus generales y le creyó a Ribbentrop quien le había dicho que Inglaterra no pelearía por Polonia. Por eso, cuando Hitler recibió el ultimátum de Henderson, quedó anonadado y le preguntó con ira a Ribbentrop: ¿Y ahora qué? , ya que entre sus planes no estaba que Inglaterra le declarara la guerra a Alemania por la invasión a Polonia. Sus temores eran fundados, pues después de cinco años y medio de combate una coalición compuesta por Estados Unidos, Rusia, Inglaterra y otros países, derrotarían a Alemania y la dejarían casi totalmente destruida. A esta guerra absurda también le debemos los genocidios contra los judíos, gitanos y otras “razas” llamadas inferiores. El horror de las crónicas sobre estas matanzas mostraron el estadio más bajo al que puede llegar el ser humano que fue un punto de quiebre en la historia, en donde la humanidad perdió la inocencia para siempre.
*Columnista
menrodster@gmail.com
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