Columna


¿Herodes de Sucre?

GUSTAVO MONTES FERNÁNDEZ

15 de marzo de 2016 12:00 AM

Los niños son sagrados. Sin embargo el concejal de Sincelejo por el partido liberal, Oreste Barachi, afronta tormenta y posible pérdida de su curul, al presuntamente estar involucrado en una contratación con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, regional Sucre.

Es reprochable que se hagan una serie de juegos mágicos para evadir responsabilidades y continuar con  privilegios, que  le hacen daño al departamento, sobre todo si comprometen a su niñez.

Jamás he estado de acuerdo con que el Instituto de Bienestar Familiar sea cuota política de nadie, eso me parece inhumano y criminal. No es posible que en la búsqueda de la paz se insista en corromper un ente que por años ha sido cueva de malabares políticos, siendo que son los niños los que pagan los platos rotos de la avaricia del poder.

Tengo una serie de documentos que señalan al actual concejal de Sincelejo, Oreste Barachi, como miembro de la corporación alianza líder capítulo Sucre, lo cual se evidencia en el registro de la Cámara de Comercio, y posteriormente hacen cambio de nombre seguramente para concretar su aspiración al concejo de Sincelejo. Existirán mil explicaciones, unas validas ante la ley y otras no, pero ninguna ante la conciencia que es lo que se ha perdido en este arrasado territorio.

El contrato de aporte Nro 7000982016 del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, con la institución que fue precedida por el concejal Barachi es por valor de $619.656.916 (seiscientos diez y nueve millones seiscientos cincuenta y seis mil novecientos dieciséis pesos); tiene como objeto prestar el servicio de atención, educación inicial, y cuidados a niños y niñas menores de 5 años o hasta su ingreso al grado de transición; fue firmado por Danilo Andrés Blanco Arias, como representante de la Corporación Alianza Líder, el 30 de enero de 2016. No se necesita ser mago para establecer la presunta relación del concejal Barachi con la empresa.

Aun habiendo realizado el cambio en la Cámara de Comercio, no se hizo en la DIAN, donde el concejal Barachi aparece a fecha 8 de febrero de 2016, en el registro de socios de la corporación alianza líder; lo cual de por sí, se convierte al parecer en una prueba legal de la relación del concejal con la corporación y por ende en una causal de pérdida de investidura según prohibición señalada en el artículo 127  y 209 de la constitución política de Colombia, modificado por el artículo primero 1° -  acto legislativo 2 de 2004 y articulo 45 de la ley 136 de  1994 y la sentencia 2006 del Consejo de Estado, donde reiteró su jurisprudencia al respecto.

El concejal Oreste Barachi presentará sus alegatos y posiblemente perderá la curul o quizás la conservará, pero a su almohada jamás podrá ocultarle la verdad, que todos nos hacemos que no vemos, ni aun las propias, en el circo de la vida de Sucre, que consume generaciones como leña en el  fuego. Todo es un teatro. Algún día ha de acabar.

Coletilla: muy acertado el gobernador de Sucre, Édgar Martínez, en el nombramiento como gestor de paz del doctor Juan David Díaz, profesional conocedor del tema y con altas calidades para ejercer el cargo Coletilla. No es tolerable que la banda de los cuatro conformada por María Victoria de Guerra, David Elías Guerra, Rildo Herazo y el exgobernador Julio Guerra, con sus actuaciones, esquiven la justicia, mientras el gobernador de Sucre, Édgar Martínez, tengo entendido, no ha presentado la debida denuncia de sus hallazgos ante los entes de control. No al olvido.

gusmonfe@hotmail.com

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