Columna


Impuestos y desigualdad

MAURICIO CABRERA GALVIS

06 de noviembre de 2016 12:00 AM

Se critica al régimen tributario colombiano por muy recargado en pocos contribuyentes. Solo 3.000 empresas aportan el 70% de lo recaudado por imporenta. Además se usa la misma cifra para pretender mostrar que los ricos sí pagan impuestos; es cierto, pero solo porque se quedan con casi todo el ingreso, y esta asombrosa concentración en los impuestos solo refleja una más impresionante concentración en el ingreso y la riqueza.

En Razón Pública, el profesor Jorge Espitia muestra que de las 25.525 empresas que reportan a la Supersociedades, 166 concentran la mitad de las utilidades antes de impuestos, mientras que el 75% de estas utilidades se concentran en solo 1.119 empresas. El Gini de la distribución de utilidades es un escandaloso 0,817, y no extraña que la mayoría de los impuestos sean pagados por tan pocas empresas.

Uno de los criterios relevantes para evaluar un sistema tributario es su equidad, o una mejor distribución del ingreso y la riqueza para disminuir las tensiones sociales que impiden progresar y consolidar la paz en el país. Con este criterio, nuestro sistema tributario se raja con una de las peores notas del mundo. La estructura de los impuestos es muy inequitativa, y su impacto sobre la distribución del ingreso y la riqueza es casi nulo.

La equidad tributaria tiene dos dimensiones: la horizontal, que requiere que dos personas o empresas con la misma capacidad de pago tengan los mismos impuestos; y la vertical, que supone que los impuestos deben ser progresivos, y que quien reciba más debe pagar más. En ambas Colombia pierde el año.

Las complejas exenciones y gabelas tributarias, aumentadas por las políticas de la “confianza inversionista”, hace a los impuestos inequitativos. Es enorme la dispersión de las tarifas tributarias que pagan las empresas. Todas deberían pagar 34% de sus utilidades (más la sobretasa temporal del CREE), pero la tarifa efectiva promedio es menor al 25%, porque muchas pagan menos, e incluso algunas, nada.

Tampoco son progresivos los impuestos en Colombia; su única tarifa progresiva es la de renta de personas naturales, pero estas solo contribuyen 5% del total de impuestos recaudados, mientras en los países de la OECD son el 75% del impuesto de renta.

Por la inequidad y no progresividad del sistema tributario, su impacto sobre disminuir la desigualdad es casi nulo. El Gini de la distribución del ingreso antes de impuestos y transferencias del gobierno en los países de la OECD no es muy diferente al de Colombia: 0,53 y 0,47. Pero después de intervenir el estado, en los primeros cae a 0,30, mientras en Colombia sigue casi igual, en 0,52.

Las recomendaciones de la Comisión de Expertos tributarios pretendía hacer más equitativo y progresivo el sistema, pero el proyecto de reforma del gobierno no incluyó todas las propuestas del Informe, en particular para la renta de personas con altos ingresos y la eliminación de exenciones. Corresponde al Congreso lograr un régimen tributario para un país menos desigual.
 

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