Columna


Incentivos perversos

JAIME BONET

05 de octubre de 2014 12:02 AM

En algunas ocasiones hay políticas públicas hechas con buenas intenciones pero terminan generando incentivos perversos en la ciudadanía. Esas estrategias son mucho más frecuentes de lo que uno cree y se vuelven normas que suelen ser muy difíciles de cambia porque crean ciertos privilegios para determinados grupos de la sociedad, quienes hacen muy poco para modificar las reglas que les entregan esos beneficios.

La experiencia de un colega que intentó pagar el impuesto predial de un inmueble rural de su propiedad es un buen ejemplo:luego de ponerse al día con el predial hasta el año pasado, trataba de generar las utilidades en su negocio que le permitieran cerrar el 2014 con su impuesto predial al día. Al ver una publicidad de la alcaldía de su municipio invitando a pagar con el descuento del 80% en los intereses de mora, creyó que era la ocasión esperada y fue a la oficina de impuestos a aprovechar este incentivo.

Su sorpresa fue mayúscula cuando al acercarse a la oficina le informaron que el descuento era válido para los intereses moratorios del 2013 hacía atrás; es decir, no cobijaba los intereses de mora del periodo corriente y, por lo tanto, por deber solo un año no tendría derecho al beneficio. Para los que pagaron antes de febrero del 2014, el municipio ofreció un descuento del 20% sobre el monto adeudado.

¿Con este tipo de políticas, para qué pagar puntual? Si mi amigo deja de pagar el impuesto por cinco años, al final cancela el capital sin ajuste por la inflación y solamente el 20% de los impuestos moratorios. Esta opción se convierte en un financiamiento muy barato para los contribuyentes, quienes, en una decisión muy racional, optan por no pagar el impuesto y acumular la deuda para luego tomar ventaja del incentivo perverso.

¿Se puede pensar en otros esquemas de incentivos para estimular el pago del impuesto predial? Hay experiencias interesantes: en Argentina, una provincia acordó con los propietarios de bienes rurales que con el pago del impuesto a la propiedad adelantaría obras especificas en su área de influencia. En Bogotá, hace algunos años algunos contribuyentes pagaron una sobretasa voluntaria para financiar las obras que el distrito adelantaba, y es otro ejemplo de que el buen uso de los recursos puede resultar el mejor incentivo para el pago de impuestos.

Los que diseñan los esquemas de incentivos tributarios deben tener en cuenta estos efectos perversos para que establezcan opciones que los minimicen. Sin lugar a dudas, hay alternativas que pueden lograr una mejor recaudación y mayor eficiencia en el gasto.

jbonetmo@banrep.gov.co

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