Karol Józef Wojty?a, mejor conocido como sumo pontífice Juan Pablo II, fue quizás el hombre más influyente del siglo XX en el mundo.
Se caracterizó por ser un papa viajero (104 viajes) y por su liderazgo católico, con gran sentido humanístico. Combatió el comunismo y el marxismo, beatificó a 1340 personas, canonizó a 483 santos.
Sufrió dos atentados contra su vida, uno en la plaza de San Pedro en 1981, y perdonó a su agresor tiempo después; el otro, se produjo en mayo de 1982, a manos del sacerdote Juan María Fernández Krohn, hecho divulgado luego de su muerte.
Juan Pablo II fue un personaje de contrastes, de mucha sabiduría celestial y pragmática. Su lenguaje fluía en la medida de las expectativas de cada país visitado. No había presidente que no se rindiera a sus pies, fue decisivo en la liberación del comunismo en su nación Polonia y, en consecuencia, en toda Europa.
Siempre quiso posicionar a la religión católica como corriente de poder universal mesurado, de todas formas impulsó la concreción de las creencias religiones existentes, dado su alto grado de principios democráticos que inspiraban su mandato. La iglesia católica difícilmente tendrá un papa de semejantes cualidades, por decir una de ellas, un ser humano creíble en sus doctrinas, prócer de la paz mundial, ajeno a las mezquindades partidistas y del autoritarismo de las naciones más poderosas.
Por las redes sociales circula una inmortal fotografía que encuentra a los tres últimos sumos pontífices (Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco), el segundo con reinado corto y controversial; el tercero, un líder innato de la iglesia católica que está despertando las creencias del catolicismo, combinado con altos principios democráticos, untado con sabiduría y liderazgo popular que convertirá a los feligreses en mejores seres humanos.
El papa Juan Pablo II será canonizado el próximo 27 de abril, junto a Juan XXIII, producto de su ya consagrado milagro e interseción a la costarricense Floribeth Mora, desahuciada por los médicos de una aneurisma cerebral. Dios la sanó a través de Juan Pablo Segundo.
No han sido fáciles las actuaciones y decisiones de la iglesia católica en las últimas décadas, sobre todo, en casos tan sensibles desde los pederastas hasta la corrupción en el banco del Vaticano, situaciones que no empañaron el buen nombre del nuevo santo, mucho menos quedó en entredicho su gestión papal, por el contrario, debido a su desbordante carisma, a su sucesor le quedan grandes retos por delante como, por ejemplo, superar los viajes a los países de Juan Pablo II, o dejarse seducir por las redes sociales, las cuales son de mucha utilidad para cualquier líder, pero expone la fe católica a innumerables riesgos.
Con Juan Pablo II convertido en santo, y con el papa Francisco recuperando feligreses y fortaleciendo las políticas y las creencias religiosas, gana la fe y aumenta la esperanza en la humanidad que bastante se necesita. El mundo está complaciente con esta decisión del Vaticano, esperamos que el nuevo santo nos haga el milagro de reconciliar las pretensiones de los líderes universales con la de los beligerantes.
Coletilla: ¿Los candidatos foráneos a Congreso si conocerán en detalle al departamento de Sucre? En Bolívar las elecciones no pintan muy bien.
Coletilla: me comprometo a hacer un análisis de los candidatos a Congreso más renombrados en Córdoba, Bolívar y Sucre, muchos de los cuales a cada trabajador que “mermeladamente” tienen empleado los presionan exigiéndoles hasta 30 votos. Como en el caso de la ESE San Francisco De Asís de Sincelejo, de la cual, refieren, hay testigos.
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