Por su patrimonio histórico y ubicación estratégica, la economía de la ciudad se basa en la industria, el turismo y el puerto.
En una completa publicación, la economista Karina Acosta plantea la situación industrial y social de Cartagena (1).
La apertura de la refinería, hace más de 50 años, generó 40 empresas y permitió formar un importante complejo industrial. Hoy Cartagena es una de las cinco ciudades más industriales del país; la industria aporta más del 10% de los empleos. La expansión de la refinería creó más de 8.000 empleos adicionales.
El crecimiento turístico se ha reflejado en más de 10.000 camas hoteleras y más de 3.000 camas adicionales en los próximos 3 años. Sede número uno para congresos y reuniones, supera a Panamá, Miami y San Francisco. En el último año, en un crecimiento sin precedentes, llegaron cerca de un millón de turistas.
El incremento en los activos de empresas portuarias es más del 25% anual, el mayor sector en crecimiento. Cartagena transporta más del 50% de la carga que entra y sale del país y es el principal puerto del Caribe.
El desarrollo económico de Cartagena es fantástico. Sin embargo, la satisfacción del cartagenero con el espacio público es menor del 20%, el más bajo del país. Después de Cali, Cartagena es la ciudad menos satisfecha. El índice de necesidades básicas insatisfechas es impresionantemente alto.
Si bien ha habido avances en la reducción de la pobreza, la inclusión social es cuestionable. Cartagena es la única de las principales ciudades del país en la cual la distribución de los ingresos empeoró. La distribución de la riqueza en la ciudad no ha cambiado en más de un siglo. Y esto a pesar de que la inversión social de la fundación Mamonal ha crecido a 2 dígitos y a través de 80 proyectos sociales llega a más de 250.000 personas. Lamentablemente no ha habido un acompañamiento estatal que permita un mayor impacto.
La ciudad debe ser incluyente, el desarrollo industrial, turístico y portuario debe impactar más en los niveles de vida y mejorar el desarrollo social. El crecimiento económico no puede seguir divorciado del desarrollo social puesto que tarde o temprano la injusticia social se ira en contra del desarrollo económico. Todos, estado y sociedad, debemos cerrar ese peligroso abismo. Es el gran reto del próximo alcalde.
Terminado el festival vallenato recordamos la hermosa canción “Ausencia sentimental”, un canto del alma. Dice así una estrofa: “El que nunca ha estado ausente no ha sufrío guayabo,?hay cosas que hasta que no se viven no se saben”. Le queda a uno la duda de si muchos cartageneros no saben donde viven y tienen la eterna nostalgia de estar ausentes en su propia ciudad.
1.http://www.banrep.gov.co/documentos/publicaciones/regional/documentos/dtser_178.pdf
*Profesor Universidad de Cartagena
crdc2001@gmail.com
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