Columna


La cultura del dinero fácil

JAIME BONET

14 de septiembre de 2014 12:02 AM

Hace un par de años leí un escrito de Gabriel García Márquez en donde señalaba que la peor secuela del narcotráfico era la cultura del dinero fácil, aquel estilo de vida en el cual conseguir las cosas no requería mucho esfuerzo y donde el trabajo duro no era validado en la sociedad. Luego de varios años de lucha contra ese flagelo, el tráfico de sustancias prohibidas sigue vigente en nuestro país y, peor aún, la cultura del dinero fácil. 

Esta cultura permeó otros sectores económicos y no es exclusivo del narcotráfico, convirtiéndose en un gran freno al desarrollo y a la igualdad. Hay ciertas actividades que pueden generar grandes recursos fácilmente y no requieren trabajo fuerte ni ahorro. Estas actividades generan utilidades en el corto plazo pero no necesariamente aseguran un crecimiento sostenido en el largo plazo. Para la sociedad, hay costos altos como los asociados a la violencia o la fragilidad institucional que generan.

Nuestros jóvenes encuentran en estas actividades opciones rentables que los desvían del estudio y del trabajo honrado.

Gran parte de los muchachos se forman en un sistema educativo que no enseña valores y que estimula la copia y la repetición, perpetuando el modelo vigente. Con el crecimiento económico reciente, la clase media colombiana aumentó y tiene acceso a nuevos productos y marcas. El avance del internet permite que hoy sea fácil que los jóvenes identifiquen productos de calidad consumidos en países desarrollados. El consumismo lleva a muchos de nuestros hijos a encontrar en la cultura del dinero fácil la opción de vida que necesitan.  

Nuestra sociedad convive, permite y celebra esta situación. Asistimos a fiestas sin tener claro cómo se financian, o reconocemos a algunos individuos como grandes empresarios cuando de la noche a la mañana amasan grandes fortunas. No hay un sistema judicial que castigue con severidad los comportamientos erróneos. Educamos a nuestros hijos en la cultura del vivo, que luego se refuerza en el sistema educativo.

¿Podemos lograr un desarrollo económico sostenible con este modelo? Este sistema puede dar resultados en el corto plazo pero no en el largo plazo y, además, es un modelo que genera un crecimiento económico concentrado en pocas manos, que perpetúa las inequidades. El país está en mora de iniciar una campaña para erradicar, o al menos reducir, la cultura del dinero fácil. Ahora que el Gobierno nacional habla de ser el país más educado, puede ser una muy buena oportunidad para iniciar este trabajo en el sistema educativo, sin olvidar que hay un gran trabajo por hacer en transparencia en el sector público y en la administración de justicia.

jbonetmo@banrep.gov.co

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