Columna


La Escuela Naval de Cadetes

JOSÉ WILLIAM PORRAS

03 de noviembre de 2016 12:00 AM

Cuando el presidente Santos asumió la presidencia en 2010, prometió darle recursos a la Escuela Naval Almirante Padilla (ENAP). Había sido cadete allí dos años y se sentía orgulloso de la formación recibida (1967-68). Cumplió su palabra y hoy es una de las mejores escuelas navales de la región.

Viendo el video (https://youtu.be/VzsHdcTWHRg), nos enorgullece la transformación de nuestra Alma Mater (fui director de ella), donde se forman los líderes que conducirán a la Armada Nacional en el futuro y que tendrán que defender los intereses marítimos nacionales.

La infraestructura de la ENAP fue modernizada. La ayuda económica se centró en construir un edificio de aulas con ayudas audiovisuales, modernizar los laboratorios de física, química, electricidad, electrónica, motores y control automático, adquirir un simulador de maniobras, mejorar los simuladores de juegos de guerra, remodelar los campos deportivos y campo de paradas militares, y construir el alcantarillado.

Es la única universidad con vocación marítima del país, tiene 8 programas de pregrado (ciencias navales [2], administración, ciencias náuticas, oceanografía física, ingeniería naval, ingeniería electrónica y administración marítima), dos especializaciones (gerencia de proyectos y gestión humana) y tres maestrías (oceanografía, ingeniería naval y gestión logística) aprobadas por el Ministerio de Educación. Tiene convenios de posgrados con otras universidades y programas de extensión con la universidad marítima mundial (Malmo-Suecia).

El objetivo se cumplió, es un referente regional en la formación académica de los oficiales navales, hay 10 cadetes de 2 países (Panamá y República Dominicana). Algunas tesis de Master se emplean en la construcción naval que lidera Cotecmar y que son la base del programa PES (Plataforma Estratégica de Superficie), que culminará en el 2030. En la formación deportiva también avanzó, y fue segunda en los recientes juegos deportivos interescuelas, perdiendo por poco ante la Escuela Militar de Cadetes José María Córdoba.

Los valores de honor y tradición han sido preservados, y algunos fueron escenificados, como el monumento al anillo de grado y la espada, que marcan el fin de 4 años de formación académica naval, y volvieron las madrinas (o padrinos) de grado, que simboliza el matrimonio del oficial con el mar.

Los colombianos debemos estar orgullosos de esta transformación y avance de nuestra Alma Mater, que garantiza que seamos un referente latinoamericano.

WILLIAM PORRAS FERREIRA
jwporras@balzola.org

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