Con bombos y platillos se anunció en 2004 la construcción de la Vía Perimetral de la Ciénaga de la Virgen.
No era para menos, pues no sólo era un proyecto que permitiría soluciones de movilidad para Cartagena, sino que articularía la malla vial nacional al conectar la carretera de la Cordialidad en la intersección con la Variante de Cartagena y la Vía del Mar, que cubren respectivamente el trayecto Cartagena a Barranquilla.
Con el proyecto, además, se conseguiría una gran renovación urbana, ya que se preservaría la Ciénaga de la Virgen, lo que mejoraría la calidad de vida de las 160.000 personas que habitan los barrios adyacentes; el 16,34% de la población de la ciudad.
Estaba (¿está?) programada para tener 15,2 kilómetros de largo, un paseo peatonal y ciclorruta.
Era una transformación ambiental, social y urbanística, una de esas obras que nos serviría para demostrarle al interior del país que los cartageneros sí pensamos en esa otra parte de la ciudad, sobre la que a menudo nos acusan de olvidar.
Ahora me remito a un artículo de noviembre del 2014, publicado en Semana y titulado “Cartagena, dos ciudades”: “Durante tres décadas (¡tres décadas!, el paréntesis es mío) se han aplazado proyectos como la Quinta Avenida del barrio Manga” y, prosigue, “…de la vía Perimetral de la Ciénaga de la Virgen, cuyo objetivo es impedir la invasión de la ciénaga y descongestionar el suroriente de la ciudad, solo se construyeron 3,5 kilómetros de los 11 (en los sitios del Gobierno donde se presenta el proyecto, se habla de los 15,2 a los que me refiero arriba) proyectados.
Esas obras quedarán en el limbo pues no están incluidas en el cupo de endeudamiento por 250.000 millones de pesos autorizados por el Concejo Distrital…”, y remata el párrafo, “por supuesto hay otras más prioritarias como escuelas, hospitales y vías en los barrios”.
Así que no sólo no hemos hecho las que llevan programadas 30 años, sino que las prioritarias tampoco; ¿alguien duda de que la crisis de hospitales en la ciudad, por citar un ejemplo, adquirió dimensiones dantescas?
¿Qué conseguimos con esas obras inconclusas o atrasadas por décadas? Que el Gobierno nacional las muestre como ejemplo para no girarnos recursos, con lo que seguiremos hundiéndonos en el atraso.
Y no sólo en esa otra ciudad de la revista Semana. Si observamos detenidamente, entre los edificios y hoteles que se alzan en las zonas turísticas, solo se ha construido una pequeña calle a la entrada de Bocagrande en los mismos 30 años.
“Más de 400 hombres y mujeres preparan desde ya la inauguración de la vía Perimetral Ciénaga de La Virgen en el 2006, con una Feria Nacional Artesanal”, dice una noticia de El Tiempo, fechada el 23 de marzo del 2004.
Seguimos esperando.
pedrocaviedes@gmail.com
Comentarios ()