Mientras transportaba desde Zaragocilla a un profesor que habíamos invitado a la Universidad, me formuló varias preguntas. ¿Cuándo terminan ustedes Transcaribe? ¿Tienen puentes los paraderos de buses? Mi respuesta a las mismas fue de total incertidumbre, en realidad nadie sabe. No es este colega el único visitante de la ciudad que se cuestiona lo mismo. Propios y extraños lo hacemos permanentemente sin respuestas precisas.
Todos los días al pasar por allí imagino qué sería de la ciudad si las cosas como Transcaribe se hicieran de forma parecida a las obras que presenta el canal Discovery. En donde hay plazos concretos de terminación, las cosas se hacen bien hechas y todo el mundo queda satisfecho. Aquí no ocurre nada de eso, por el contrario, hasta la física misma se atropella de manera inmisericorde.
Imagino que no habrá puentes para los paraderos. Si eso es así, ¿cómo llegarán los usuarios a los mismos? ¿Será que tendremos la tecnología para hacernos invisibles y tele-transportarnos a través de la calle para tomar el bus? Los sistemas de transporte masivo que tienen los paraderos ubicados en el centro de la calle emplean puentes para el acceso. Si utilizamos sólo semáforos, el sistema colapsaría y sería muy lento, considerando el tiempo para carga y descarga en cada estación, sumado al tráfico en las intersecciones.
Las entradas a los parqueaderos de los locales comerciales ubicados a lo largo del tramo poseen esquinas en ángulo recto y no circulares, lo cual físicamente dificulta el acceso de los carros. El intercambiador del Sena, quizás uno de los más importantes del trayecto, es sólo de un carril. Si esto es un sistema pensado para el futuro, diseñarlo de esta forma es ignorar el crecimiento de la ciudad y las altas posibilidades de detener totalmente el tráfico por accidentes.
Por último, a quién se le habrá ocurrido la idea de instalar los paraderos antes de terminar las vías.
Es más, algunas obras que aparentemente se han entregado, como quiera que ya nadie trabaja en las mismas, no están terminadas. ¿Quién pagará el arreglo de los paraderos para volverlos funcionales? ¿Es la madera el mejor material para usar en estas edificaciones? Seguramente no existe explicación lógica a estas preguntas. Lo que es verdaderamente cierto es que desde el diseño, hasta la construcción, Transcaribe ha sido un verdadero fiasco, y el final, la transformación urbanística, lo que según algunos valió la pena esperar, no sabemos cuándo dejará de ser ficción.
*Profesor
@joliverov
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