Columna


La importancia creciente del capital humano

JAIME BONET

26 de noviembre de 2017 12:00 AM

El fin del auge de los precios de las materias primas dejó al país con un bajo crecimiento, una productividad estancada y pocas posibilidades de aumentar sus exportaciones. La realidad muestra que no superamos los obstáculos de siempre y que aún hay mucho por hacer. Tal vez se necesita priorizar en aquellos insumos que hoy son los mayores generadores de riqueza en el mundo y es ahí donde vuelve a destacarse la importancia del capital humano.

Al ver las tendencias mundiales, la generación de riqueza está en aquellos sectores con mucha innovación tecnológica. Cada vez más los grandes capitales están en empresas tecnológicas en donde la innovación es fundamental. Por ejemplo, la lista de los más ricos del mundo es encabezada por personas con inversiones en alta tecnología: Bill Gates de Microsoft, Jeff Bezos de Amazon y Mark Zuckerberg de Facebook, son algunos de los nombres.

Se habla de la cuarta revolución industrial. Estamos ante un cambio muy importante en cómo se generan los productos, en donde la ingeniería genética y la neurotecnología juegan un papel fundamental. Se pronostica una transformación sustancial en el mercado laboral, el futuro del trabajo y la desigualdad en el ingreso. Para algunos conocedores, será muy difícil que los países rezagados alcancen a los más avanzados. Si antes, por ejemplo, Corea del Sur alcanzó a las economías desarrolladas, ahora le será mucho más complicado conseguir mayor desarrollo.

Ante esta nueva realidad, el recurso generador de riqueza es el capital humano. Se puede modernizar nuestra infraestructura pero seguimos con unos productos exportables de bajo valor agregado. Innovar se convirtió en la fuente de riqueza y requiere un recurso humano capaz de generar nuevas ideas y productos. Lamentablemente nuestro sistema educativo no genera el recurso para este cambio. Aún tenemos muchos niños con problemas de nutrición y abandono para los cuales será muy difícil adoptar las competencias que el mundo moderno requiere.

La realidad puede ser más compleja en las regiones del país, ya que aún hay unas zonas dominadas por sectores agropecuarios con baja productividad. Pensar que, por ejemplo, el Caribe saldrá adelante vendiendo ganado o yuca sin innovar en su proceso productivo es difícil. Necesitamos un capital humano capaz de adquirir y generar nuevo conocimiento, que permita insertarnos en la economía mundial. En esto trabaja la Casa Grande Caribe, apostándole al capital humano regional. 

jbonetmo@banrep.gov.co

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS