Columna


La paz: gran oportunidad

DUMEK TURBAY PAZ

20 de octubre de 2016 12:00 AM

El premio Nobel de la paz al Presidente Santos llegó cargado de mensajes. Quizás el más importante es, que cuando las causas son justas, la esperanza nunca muere.

Hoy más que nunca tengo mi optimismo reforzado. Es posible sosegar a una sociedad atormentada por los vejámenes de la guerra. Soy de aquellos servidores públicos que siempre que lo acorrala una crisis, recuerda la frase de John F. Kennedy cuando afirmaba que para los chinos, esa palabra se escribía igual que oportunidad. No sé qué tan cierto sea, pero en la vida, como en el servicio público, después de las tempestades viene la calma.

Los acuerdos nos son perfectos, y eso no es nada nuevo. Los mismos negociadores del Gobierno lo reconocieron, pero afirmaron eran los mejores posibles.

Sin duda, en los territorios, los vemos con optimismo, pues la reforma rural integral, la apertura política, la atención a las víctimas, y el manejo de los cultivos ilícitos, era un salto cualitativo a la modernización del país, y son las medidas adecuadas para remover las causas estructurantes y objetivas que generaron el conflicto. Son un paso en la dirección correcta, cuando de cerrar brechas sociales, económicas, culturales y ambientales entre el campo y la ciudad se trata.

El premio Nobel de paz, y el voto del No en el plebiscito, pueden verse como una nueva oportunidad para limar el mayor número de disensos posibles, para seguir una discusión razonada y edificante sobre las dudas y temores.

El presidente, con su talante democrático, así lo ha visto, y desde que se conocieron los resultados del plebiscito, ha anunciado, entre las bondades que permite la democracia, y sus facultades constitucionales, concitar a un gran diálogo nacional con la dirigencia política, social y gremial del país.

De su resultado dependerá el éxito de la paz en Colombia.

La polarización nos obliga, como sociedad civilizada, a recurrir a la política, como un mecanismo especial para decidir en el desacuerdo, y a deponer sentimientos negativos e intereses personales, en un gesto de grandeza para encontrar el punto medio que satisfaga las expectativas de todos, para poder construir un consenso, terminar con la guerra y lograr una paz estable y duradera.

La idea de la paz permanece viva en el corazón del gobierno del Bolívar Sí Avanza, porque la paz es el desarrollo con justicia social, porque la paz es un mensaje de esperanza para los pobres y las víctimas, porque la paz pinta un rostro de felicidad en los campesinos, porque la paz nos permite cerrar heridas a partir del perdón, y lo más importante, porque la paz nos hace más humanos.

*Rotaremos este espacio para mayor variedad de opiniones.


DUMEK TURBAY PAZ

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