Columna


La popularidad de Trump

MAURICIO CABRERA GALVIS

31 de julio de 2016 12:00 AM

Impresionó la convención Demócrata en los Estados Unidos y el lanzamiento de Hillary Clinton. Todo fue orquestado para cautivar a los millones de televidentes y transmitir los mensajes para enfrentar la dura campaña electoral.

Una semana antes, la dividida convención que proclamó candidato a Donald Trump, con la oposición de muchos líderes de ese partido, fue pesimista sobre EUA; un país en crisis con mucha gente empobrecida, gobernado por un negro comunista, amenazado por la violencia y el terrorismo, invadido por inmigrantes. Luego aparecía la promesa de Trump: “Hay que hacer grande a América otra vez, y yo puedo hacerlo solo”.

Con gran unidad, los demócratas cerraron filas alrededor de Hillary con los pesos pesados del partido y respondieron con dos mensajes centrales. Uno de optimismo sobre el país: América ya es grande, salió de la crisis gracias a Obama, hay que mantener el rumbo y la más capacitada para hacerlo es Hillary. Otro, criticando a Trump, mostrando su incapacidad, la falta de propuestas concretas y la arrogancia de presentarse como mesías salvador.

Sorprende la dureza de las críticas a Trump: que es inestable, que no se le podían confiar las armas nucleares; que es ignorante en relaciones internacionales; que es un racista que desprecia a los no blancos y un machista que ofende a las mujeres; que rechaza a los inmigrantes ilegales pero los contrata con salarios bajos; que critica a la China pero compra sus productos allá; que desconoce la Constitución y traiciona los principios de la nación y sus padres fundadores.

Uno de los críticos más duros, por ser un tradicional oponente de Hillary, fue Michael Bloomberg, el multimillonario exalcalde de New York durante 10 años, quien le dijo a Trump tramposo, y que hizo su fortuna estafando a proveedores, clientes, pequeños accionistas y estudiantes. Desmontó el mito empresarial del candidato republicano diciendo “que Dios nos guarde si Trump quiere manejar este país como maneja sus negocios”.

Todas estas críticas no han podido ser refutadas porque se basan en hechos comprobados. Entonces ¿por qué cerca de la mitad de la población dice estar de acuerdo con Trump y lo apoya?

Una de las razones es que este candidato recoge el descontento de una mayoría de blancos, de clase media, con ingresos menores y con menor nivel de vida. Ya no es realidad el sueño americano de que cada generación vive mejor que la anterior porque su situación es peor que la de sus padres y saben que la de sus hijos será aún más difícil.

Es inexplicable que esos descontentos apoyen las políticas pro-ricos de un partido republicano, que desde Reagan con sus rebajas de impuestos, ataques a los sindicatos y desregulación de los mercados causaron su empobrecimiento. Es el gran misterio de la popularidad de Trump.

 

 

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS