Columna


La tabla del 3

MAURICIO CABRERA GALVIS

16 de agosto de 2015 12:00 AM

Después de años multiplicando con la tabla del 2, tenemos que aprender con la del 3 para convertir dólares a pesos. Antes para saber cuánto valía una televisión, un reloj o unos zapatos en Miami solo multiplicábamos por 2.000 su precio en dólares; ahora será por 3.000 y por supuesto, todo lo de afuera es mucho más caro.

Sufren con la tabla del 3 quienes compran materias primas en el exterior, importan una máquina o un tractor, o las empresas endeudadas en dólares sin cubrirse; durante años se beneficiaron con intereses mucho más bajos y ahora pagan por el riesgo que tomaron.

Pero con la tabla del 3 es más barato comprar colombiano y los productores nacionales podrán vender más en el país y en el exterior, aunque sigue siendo difícil competir con baratijas chinas, o con el contrabando alimentado por el lavado de dólares.

Vuelve a ser más barato ir a Santa Marta o San Andrés que a Cancún o Aruba y, a pesar de los escandalosos precios de los restaurantes en Bogotá -y ni qué decir de Cartagena- para los turistas extranjeros será más asequible Colombia porque usan la tabla del 3 para dividir y les rinden más los dólares.

Son más los beneficiados con la tabla del 3 que los perjudicados, porque más ventas de bienes y servicios colombianos significan más empleos: las empresas contratarán más trabajadores, -o no los despedirán como les tocó hacerlo durante la revaluación- y más colombianos tendrán ingresos. ¿De qué sirven televisores más baratos con la tabla del 2 si no hay empleo ni ingresos para comprarlos?

Hay que evitar la llamada “ilusión monetaria”. No son tan grandes las ganancias ni las pérdidas con un dólar a $3.000, ni es tan cierto que el dólar llegara a su máximo valor histórico en términos reales, es decir descontando los efectos de la inflación.

El dólar se cotizó esta semana un poco por encima del techo del 12 de febrero de 2003, pero en estos 12 años y 5 meses la inflación ha sido del 67%, y lo que costaba $100 hoy cuesta $167, y si un dólar costaba $2.963, hoy por la inflación debería valer $4.962.

Hasta aquí la comparación es incompleta porque la Tasa de Cambio Real (TCR) toma en cuenta también la inflación de Estados Unidos, menor que en Colombia -30,4% en este período. Al descontar este efecto vemos que si para comprar lo que valía un dólar en EE.UU hace 12 años necesitábamos $2.963, hoy necesitamos $3.805. La TCR todavía está revaluada y un 22% por debajo de su máximo histórico.

No se debe concluir que el peso debe devaluarse otro 22% y llegar a $3.800 porque inciden muchos otros factores, pero sí quiere decir que la tabla del 3 llegó para quedarse y tenemos que acostumbrarnos a ella.
 

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