Columna


Las bio-genéricas

DARÍO MORÓN DÍAZ

02 de agosto de 2014 12:02 AM

En Colombia a raíz de la Ley 100 de 1993 y la “patente de corso” que el exministro Diego Palacios concedió a las “multinacionales farmacéuticas”, estas elevaron los precios de los medicamentos. El Ministro de Salud Alejandro Gaviria logró controlar el costo de un número importante de esos medicamentos, pero aún falta extender esa acción a los cobijados por las “patentes de las multinacionales” que acuden a toda serie de maniobras a fin de torpedear esa necesaria decisión del ministro y del gobierno.

Es preciso mencionar que en el año 2001 la Organización Mundial del Comercio (OMC) reunida en Doha, Qatar, aprobó una resolución en la que se dio prelación a la salud y eliminó las prerrogativas de las multinacionales farmacéuticas en relación con las patentes. De manera simultánea y con el lema: “La salud por encima de las patentes” la OMC avaló la lucha de Sudáfrica, Brasil y la India contra las multinacionales farmacéuticas, esos países así lograron fabricar medicamentos genéricos para combatir el sida. Inclusive avanzaron aún más y lograron elaborar drogas contra el cáncer, cuyos costos son excesivos debido a la exclusividad que ostentaban las multinacionales farmacéuticas. Algunos de esos medicamentos anticancerígenos generan un drama humano en los países pobres; el sida y el cáncer no solo eliminan a los enfermos, sino que arruinan a la familia, es decir que a la mortalidad de la enfermedad se agrega el efecto letal, en lo económico, de la voracidad farmacéutica.

Pablo Correa en el diario “El Espectador” informó que Luis Carlos Villegas, embajador de Colombia en Washington, envió una carta al Ministro de Salud Alejandro Gaviria en la que planteó la inquietud de las multinacionales farmacéuticas por el proyecto del gobierno impulsado por Gaviria, de regulación de las drogas biotecnológicas, encaminado a suprimir las patentes y en consecuencia que las biotecnológicas genéricas se elaboren en el país, como sucede en Brasil, la India y Sudáfrica. El embajador Villegas actúo en contra de los intereses del gobierno que representa.

No ha sido fácil para el Ministro Gaviria enfrentarse a ese “lobby” permanente de las multinacionales farmacéuticas y sus oficiosos representantes en el país que ahora con la intervención del embajador encontraron un mensajero obsecuente que avala sus pretensiones. Genera verdadero estupor que un diplomático del país sirva a intereses que van contra la salud de los colombianos; esto sólo ocurre en Colombia; en otro país tendría que rendir cuentas por esa incalificable conducta contraria al interés nacional.

*Exdirector de El Universal. Académico de Medicina e Historia.
DARÍO MORÓN DÍAZ*
dmorond@gmail.com

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